jueves, 17 de noviembre de 2011

Los paisajes y los medios naturales del Campo de Calatrava


                                                                           



Esta histórica región armoniza perfectamente las dos comarcas entre las que se encuentra (la Llanura Manchega y los Montes); por tanto, Campo de Calatrava alterna llanuras y serretas con abundantes edificios volcánicos, el fenómeno más original y casi único en la Península Ibérica.



 Este espacio único e insólito llama la atención y sorprende al viajero por su diversidad de sus medios naturales y paisajísticos. Maravillosos paisajes donde las serretas acogen volcanes y lagunas (maares). Volcanes y lagunas afloran  por doquier entre los cerros y las llanuras calatraveñas, no la manchega que está más al noreste. Esta comarca posee gran diversidad de formas de paisajes, éstos van de los macizos, conjuntos de sierras y serretas  que forman el macizo de calatrava, situado en el suroeste de la comarca a los terrenos planos y ondulados hacía el este. Gracias a diferentes episodios eruptivos desde las fases más tranquilas  a las xmás violentas y explosivas con flujos de coladas y piro clastos espaciados por toda la zona, aquí y allá se van sucediendo bellas y variadas formas de conos de piro clastos, coladas, efusivas, así como profundas calderas,  magníficos edificios fleatomagmático con frecuentes lagunas en el interior del cráter. 





La atreviera, el Río Jabalón de forma pausada y tranquila, uniéndose al Río Guadiana al noroeste para formar unos de los parajes más exóticos y vellos de los tramos fluviales, lleno de vida y vegetación en donde bien merece la pena perderse siguiendo sus cursos, entre más volcanes, lagunas, hervideros; alojadas éstas  en sus cráteres rebosan vida y una fuerte personalidad como la de Caracuel o Acolea en los alrededores del Guadiana, otras Acebuche, Carboneras o La Posadilla en Valverde junto a Ciudad Real, vulcanismo es bastante actual (Terciario-cuaternario). Más de 300 edificios volcánicos están agazapados esperando a quién sepa descubrirlos y disfrutarlos ya que forman un hermosísimo cromático paisaje donde las tonalidades obscuras de los materiales volcánicos  se alternan con mil ocres de las llanuras y serretas.


A partir de vestigios Templarios, en esta comarca de transición, entre la zona de los montes de Ciudad Real y la llanura manchega, nació la orden de Calatrava que dio su nombre al territorio y a los pueblos la “coletilla” de calatrava.
En todos las direcciones y rincones de estas tierras aún queda la impronta y la riqueza de aquellos tiempos: antiguas fortalezas, torres vigías, ciudadelas fortificas etc. Como Alarcos junto a Ciudad Real, Caracuel, Dña. Berenguela en Bolaños, Calatrava la Vieja donde nació la Orden en medio de una pequeña colina y en  paisaje pantanoso, margen izquierda del Río Guadiana que actuó como elemento básico en la organización de la ciudadela y fortaleza, mediante un foso alimentado por el Guadiana mediante un complejo sistema hidráulico de abastecimiento y defensa, inspirado en modelos orientales.




Carachas con ruedas hidráulicas (norias) introducían el agua en la ciudad-fortaleza, en un alarde de supremacía tecnológica, por parte, primero, del Califato de Córdoba y, posteriormente, por el dominio cristiano. Son vestigios de las huestes musulmanas que transportaron aquí el esplendor califal que pugnaban con los cristianos por el dominio de la zona.
La Reconquista dio un paso más y del Guadiana la defensa del territorio se ubicó a los pies de Sierra Morena, los castillos de Salvatierra y el Sacro Convento de Calatrava la Nueva, sede de la Orden y lugar de inigualable belleza, situados uno frente al otro, a ambos lados de un desfiladero que forma la Sierra de Calatrava. La situación estratégica de ambas fortalezas impedía el paso de al-Andalus  a esta tierra de volcanes.
Este conjunto bien merece la pena disfrutar de tan  singular y bello enclave con tan magnificas vistas desde donde se observa hacía el sur la impresionante Sierra Morena y al norte   hasta confundirse con el horizonte el  colorido e   inmenso Campo de Calatrava. Llanuras y serretas conforman el paisaje del Campo de Calatrava, siempre le acompaña un rico cromatismo propio de cada estación  con una perfecta combinación  de los cultivos mediterráneos: viñedos, olivo y trigo…

                                 



En Medio de esa inmensa ondulación calatraveña, Almagro  verdadero tesoro de la Orden y sede  de los Maestres de la Orden donde el tiempo se paró y ha quedado retenido el esplendor y la riqueza, la urbe derrama costumbrismo y hermosura castellana,  mezclada con muchos rasgos  del norte de Europa por la importancia que tuvieron los “fúcares” adjudicatarios de las explotaciones mineras tanto de Almadén como de Sierra Morena, amén  de banqueros y administradores de las deudas de los monarcas imperiales…

Su plaza mayor es única y la multitud de monumentos y maravillas de esta población nos lleva a lo largo de nuestro recorrido nos topamos con la España del siglo de Oro que si antaño fue capital de la provincia manchega y  en su Corral de comedías resonaron los versos de López de Vega, Hoy lo es del Teatro universal, cada año entre la tenue brisa de verano almagreño se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico con el que se engalana, si cabe aún más esta Ciudad  que acoge al viajero al ritmo de los palillos que con tanta destreza y  electricidad hacen sonar las encajeras confeccionando el encaje de bolillos de la zona.



Junto a Almagro, destacan Bolaños, Daimiel, Calzada, Argamasilla, Carrión, Gránatula,  Moral y tantos pueblos que les acompaña la coletilla “de Calatrava”. Pueblos a los que todavía les envuelve  el silencio y la luz de la cal en sus paredes con  rodapiés  de añil como indicando el amplio horizonte calatraveño. Capital histórica y pueblos cargados  de fiestas patronales, patrimonio y edificios en otros tiempos culturales, artesanos  deseados por los amantes de tan deseados tesoros bordados por las tierras de volcanes.

Nogalera

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