miércoles, 26 de diciembre de 2012

Siglo XX, la Arquitectura Racionalista en el Campo de Calatrava y su entorno.

 


En medio de la gran dispersión habida del Eclecticismo Historicista y los numerosos “Neos, surge una renovación arquitectónica que huye de las numerosas versiones constructivas y, sobre todo, apuesta por la supresión de los elementos decorativos existentes. Los nuevos  horizontes arquitectónicos en esta zona como en el resto del país se ponen en el Racionalismo como una nueva forma de expresión, abanderada por Le Corbousier, el Grupo Alemán de la Bahaus y, sobre todo, por el impacto  de la Exposición de París (1925).
La Exposición Universal de París (1925) influyó poderosamente en el Racionalismo Arquitectónico en nuestro país.
Las nuevas normas foráneas influyen poderosamente en una gran pléyade de jóvenes arquitectos en el contexto de la “Generación del 25” y que irán calando hasta que definitivamente los cambios arquitectónicos se generalizan en España  de forma definitiva en la Segunda República. En esa época confluyen, principalmente, dos grupos en una nueva mentalidad, en un nuevo  modelo de arquitectura y en la cultura. En Cataluña tiene su mejor representación  en el GATCPAC (Grupo d´Artistes i Tecnics Catalans per al Progrés de l´Arquitectura  Contemporanea) y en Madrid  en el GATEPAC (Grupo de Artistas y Tecnicos Españoles para el progreso de la Arquitectura Contenporánea). Ambos grupos de un lado y de otro, amparaban a la gran mayoría de jóvenes artistas, técnicos y arquitectos que se van abrir paso con las nuevas normas constructivas.
El artífice del GATCPAC, Catalán, fue  el Arquitecto Josep Lluis Sert (1902), procedente del Estudio de Le Corbusier,  en un ambiente de debate y renovación. Por su Parte, García Mercadal, más aislado que Sert, promovió el GATEPAC  desde donde se editó la Revista “A.C. Documentos de Actividad Contemporánea (1931). En cuyo primer número se expone una declaración de principios:
“Nuestra época se caracteriza  por un gran movimiento universal de renovación”. “Nuevas estructuras sociales aparecen. Las sociedades  modernas tienden  a ser regidas por necesidades colectivas, iguales para todos los países cultos. Fábricas, escuelas, deportes. Habitaciones, espectáculos. Transportes, vías de comunicación. URBANISMO”.
“Se conocen nuevos procedimientos y materiales de construcción de uso universal”. “debemos adoptarlos. La estructura de un edificio cambia con los materiales. Las necesidades económicas…exigen la rapidez sin olvidar la perfección…” Sigue diciendo el artículo: “Estamos en presencia de un estado de espíritu nuevo, que anula costumbres y tradiciones y que tiende a ser universal. La arquitectura contemporánea debe de estar de acuerdo con estos caracteres…”.  También propone “una división de la arquitectura universal fundándose en las condiciones del clima puede preverse”. “Arquitectura meridional, terrazas, toldos, losas voladas, luz tamizada. La arquitectura septentrional, grandes superficies vítreas”.
 El Silo de abonos de Fertiberia en Puertollano es un modelo de “arquitectura  industrial”
La voz del Racionalismo se estuvo publicando hasta en 1937, según Bohigas en la revista “se aclara la situación política  y el espíritu  artístico de vanguardia”, “En sus páginas encontramos las polémicas más duras y los combates más encarnizados contra la arquitectura y el arte decadente, las noticias  de todo el movimiento vanguardista, americano, la lucha, incluso, contra la banalidad  de Arts Decó y los modernismos no radicales”.
Según las pautas anteriores, la adopción del nuevo lenguaje en este entorno, igual que en resto de España, va a suponer “la eliminación de la identidad” de cada edificación hasta aquel momento de estilo y tipología singular, estableciendo una similitud en la que es difícil distinguir  una vivienda de una casa de socorro o de un cinematógrafo, etc.
Los nuevos programas, además, parecen eliminar la identificación de las clases sociales haciendo lo mismo la casa  del abogado que la del arquitecto, que la del ingeniero, la del empleado o el banquero. Los proyectos constructivos denuncian los antiguos cánones y resaltan la sociedad industrial y mecanizada en la búsqueda de la igualdad social a través de la homogeneidad arquitectónica y en un culto a la geometría, a la tranquilidad de la línea, a la horizontalidad, a la desornamentación, y a la claridad.

Construcciones Racionalistas urbanas en Ciudad Real.


Hasta el cambio de siglo no llegan los primeros planteamientos y formas de la arquitectura Racionalista y será en torno a los años treinta del siglo XX cuando los edificios dejan el eclecticismo y adoptan el nuevo lenguaje. Hasta llegar a la nueva tipología  hay “guiños”  de algunos arquitectos como Vicente Hernández en el Seminario Diocesano (1882) y el Palacio Episcopal (1883) ya que se incorporan a estas obras hierros, vigas  y  el ladrillo tiene un uso generalizado, sobre todo, en las fachadas. Otro arquitecto con horizonte racionalista, Sebastián Rebollar autor del Mercado, del “Gran Casino” de Ciudad Real (1887), el Palacio Provincial (1889) y el Banco de España (1903).
 En el Banco de España (1903) en la Plaza del Pilar, Rebollar en muchas de las formas y soluciones constructivas anticipa el Racionalismo.
El Palacio Provincial es el mejor conservado y consta de tres fachadas libres, la principal  a la Plaza de la Constitución. De estilo historicista cuya puerta principal tiene sabor neoclásico y el techo de  las cúpulas de los dos torreones semicirculares que franquean su fachada principal, cuyos techos se inspiran en modelos barrocos, mientras de los almohadillados y frontones de los huecos superiores son concesiones  neoclásicas. El “guiño” hacia el nuevo horizonte está puesto, especialmente, en el uso del ladrillo de la planta superior. En el Banco de España (1903), Rebollar en muchas de las formas y soluciones constructivas, igual que el “Gran Casino”, en muchas de las formas y soluciones constructivas  anticipa planteamientos Racionalistas.
Un paso más lo da el puertollanense, Telmo Sánchez, sustituto de Rebollar como arquitecto municipal, en la fachada del Colegio de San José de Ciudad Real (1929), el Ayuntamiento de Manzanares (1928) y la Plaza Mayor de Ciudad Real,  metido a fondo en el Racionalismo y con muchos registros próximos  al “art  nouveau”. A partir  de ahora, en los  edificios se muestra un especial interés en la línea horizontal, la simplicidad  estilística y la apertura del espacio en un “intento de eliminar la tipología del pasado”.
 Ya en torno a la República con estas normas se realizaron proyectos por toda la provincia; pero  es lamentable añadir la demolición de un gran número de  estas claves y marcas por el desarrollismo urbanístico privándonos de la “Casa de la Radio” ( 1930) en calle Alarcos; el “Cine Olympia”(1922) y la Plaza Mayor de Ciudad Real(1919 ) de Florián Calvo; el “Cinema Proyecciones” de Ciudad Real  de Vicente Labat (1932) tan importantes  como Correos y Telégrafos de Ciudad Real proyectado por Joaquín Otamendi y Luis Lozano (1926)) el Banco Español de Crédito(1931) de Ciudad Real de Mateo Goyá, etc.
 Plaza  Mayor de Ciudad Real (1919) de Florián Calvo
STOP al “Catálogo Rojo” para los edificios de la Plaza del Pilar, conformada por edificios singulares  como el “Casino de la Unión”, “El Banco Central”, la “Casa Messía” y “ los “Bancos de España” y “Bilbao”. Todos ellos se configuran como edificios singulares con un tratamiento de construcción pública. En la “Casa Messía” y el “Banco Central”, ambos  gozan de ciertos elementos que lo tipifican como la redonda en las esquinas convertida en un símbolo obligado y que había sido introducida por Gutierrez Soto en el “Cine de Europa” y en el Cine Barceló”, recurso adoptado en la mayoría de las salas de cine y muchas edificaciones de la época.
Palacio Provincial del arquitecto Rebollar.
El tratamiento formal en estos edificios es más próximo al modernsmo  en la “Casa Messía” y más ponderado en el Banco Central. En el Casino de la Unión  y en el Banco de España, obras de Rebollar, hay una opción mucho más historicista con una composición más equilibrada en sus huecos y estructura de fachada utilizando el ladrillo aplantillado  que se cambia con la piedra en  elementos puntuales y singulares. En este espacio público con presencia de edificios singulares, se produce el desarrollo  de un programa residencial burgués de cierta calidad.
STOP  al “Catálogo Rojo” para numerosos edificios singulares como el “Hotel Alfonso X” (El Gran Hotel), edificios de la calle Lanza, calle Alarcos, calle Calatrava, Conde de la Cañada, Ciruela, María Cristina, Plaza del Carmen, Paloma y calle de la Feria. En estas calles en los años 30 surgen numerosas edificaciones  burguesas y públicas muy vinculadas a la arquitectura Racionalista de la época. Al arquitecto municipal, José Arias  se deben edificios singulares como el de la “Emisora” y la Casa de García de la Rubia”, Esquina calle Alarcos-Tinte, derribada para construir la actual edificación. La solución forma de la “Casa de la Emisora” en  esquina con la incorporación de las plantas retranqueadas. Las pérgolas superiores y el tratamiento plano de la fachada con elementos geométricos conformando huecos  y molduraciones introducen  un interés singular a esta construcción. Además destacan, la Cámara de la Propiedad Urbana de Ciudad Real, Proyecto de José Arias (1943), El Palacete de la Cruz Roja, Casa de Cultura(1957) de Ciudad Real de Miguel  Fisac,  El Mercado de Abastos de Ciudad Real realizado por Arias (1934).
 Cámara de la Propiedad Urbana (1943) de José Arias, simula un gran transatlántico, gesto al mecanicismo de la época.

El Racionalismo se Generalizó por toda la Provincia.

Cinematógrafos, ayuntamientos, casinos, mercados, casas de socorro, etc.

En la mayoría de las edificaciones urbanas con la asimilación de la estética Racionalista hubo una disociación entre la forma del edificio y la función perfectamente definida en estilos anteriores. La unificación de las diferentes tipologías alcanzó su máximo nivel con la desornamentación  estilística.
Cinematógrafos.
. En esta época se generaliza un nuevo espacio “Los Cinematógrafos”, aunque su tipología está más recargada de ornamentación en su exterior en consonancia con la arquitectura teatral, pero en contra, por el propio cine, la modernidad que transmite y los avances tecnológicos propició  la creación de edificios Racionalistas muy unificados. El nacimiento de estos novedosos espacios llegó con la apertura  del “Regent de Nueva York” (1913). 


Antiguo Cine Olympia (1922) de Ciudad Real de Florián Calvo.

En  la comarca calatraveña la primera sala de proyección se ubicó en Ciudad Real con el “Cine Olympia” de Florián Calvo (1922), el lenguaje arquitectónico moderno se plasma en Cine Proyecciones de Vicente Labat (Ciudad Real, inaugurado  con la película “Romanza Húngara”  el 28 de febrero de 1933). Una magnífica obra racionalista que fue demolida por el desarrollismo urbanístico.

 El Ayuntamiento de Manzanares.
Las antiguas casas consistoriales ya no respondían a las necesidades de servicio, ni a la categoría de unas ciudades modernas y en plena pujanza económica, además, algunas cabeza de Partido Judicial y nudo de comunicaciones.  Entre otros, se construyeron el Ayuntamiento de Tomelloso (1902) de F.M. Martínez Villena, Ayuntamiento de Campo de Criptana,  el de manzanares (1920) de Telmo Sánchez, etc. 
 Singularidad del Ayuntamiento de Manzanares (1920) de Telmo Sánchez con el balcón principal sobre un pasaje en lugar de hacerlo sobre la puerta principal.
 El nuevo proyecto del Consistorio de Manzanares lo realizó Telmo Sánchez en 1920. El edificio consta de dos plantas y sótano. El armazón compatibiliza  la solidez con la economía de los materiales, el sótano de mampostería hidráulica en prevención de humedad, el resto sillar y ladrillo. Los techos con armazón de madera y cámaras de aire en evitación de los cambios climáticos. Ventanas de madera con herrajes artísticos, así como los canalones de zinz y bajantes de hierro.
  La planta baja porticada con  mochetas y arco de medio punto de sillar, según el modelo de la plaza. La planta “principal”,  cinco ventanas abalconadas  con posabrazos de forja y el balcón principal, todos los huecos muy estilizados, adintelados y rematados con un vivo frontón. El “Balcón Principal”, constituye un elemento singular, se erige justo sobre un  “pasaje” en lugar de hacerlo sobre la puerta principal y, además, en el ángulo de la esquina en forma de redonda conversa.  Como simula la puerta principal, al menos de paso por el “pasaje” de la Plaza, la calle de la fachada donde se ubica el balcón principal tiene tres cuerpos. El primero  contiene el arco de medio punto de acceso al pasaje y sobre los pilares, base del arco, arrancan dos grandes ménsulas  que dan paso al entablamento del balcón que se remara, igual que el resto de los huecos, con una moldura horizontal a toda la fachada. Sobre dicha franja, una discretas ménsulas dan transición al alero con tres improntas voladas sobre las que se monta el tejado aterrazado  con gran número de remates cónicos y el tercer cuerpo de la calle del balcón principal contiene como  motivo central el óculo del reloj, franqueado por perfiles modernistas y coronado por un frontón.
 Perspectiva de la Plaza de Manzanares con el Ayuntamiento al Fondo.
Telmo Sánchez, en la fachada del Consistorio rinde culto a la geometría, a la tranquilidad de la línea vertical coronada con remates y, con el tratamiento plano de la fachada conformando huecos y molduras, introduce un interés singular al Ayuntamiento próximo al “art  nouveau” en el contexto de la Plaza.

El  “Gran Casino” de  Manzanares.


El Parador de Manzanares de Arniches y Dominguez (1929), y el maltratado “Gran Casino” (1917) de Daniel Rubio. En la 2ª mitad del siglo XIX y la primera  del XX, los “círculos ,“casinos”,  el “hospedaje” y las “fondas” se generalizaron para dar cabida a nuevas necesidades. En el caso de los “casinos” tenían la finalidad y objeto, según recoge la mayoría de los reglamentos estatutario, “de proporcionar a los miembros  cuantas distracciones puedan ofrecer, la reunión de personas cultas y morales…así como el cultivo de relación con los individuos de diversas clases cuando están unidas por la absoluta igualdad de derechos y deberes”. En otros apartados se añade: “Será permitida la razonable discusión de todos los problemas  que diariamente llaman la atención del mundo civilizado, siempre que no rebase  el tono de una discusión amistosa y formas de una exquisita educación”.
Edificio del “Gran Casino” (1917) de Daniel Rubio, Fachada antes de los numerosos maltratos de que ha sido objeto.
Tal fue el auge que en Manzanares, igual que en la mayoría de pueblos y ciudades, en 1904 se recogen en el Libro de matrículas se recoge la existencia de cuatro casinos: el “Primitivo·, la “Confianza”, la “Amistad” y el “Mercantil”. En toda la comarca  hubo un gran florecimiento de la agricultura y su industria de transformación, así como la multiplicación de los negocios y la afluencia del dinero genero una nueva burguesía  aliada en lujo y ostentación  con las antiguas familias aristocráticas poseedoras de grandes extensiones de tierra. Unos y otros necesitaban estar en estos centros de tertulia y recreo que diera imagen de su privilegiado estatus.
En 1917, se iniciaron las obras del “Gran Casino” con el proyecto de Daniel Rubio. En la planta baja dispuso las zonas comunes, mientras en la “principal”  ubicó un gran comedor  que en 1926 pasó a ser fonda. La construcción  exenta a dos calles, se configura como un edificio singular con el recurso de la “esquina redonda”  que contiene  el “acceso elevado”  de la puerta principa. De esa calle central del edificio, igual que la ingeniería de  la quilla de un barco, construye tres cuerpos. En el primer cuerpo, sobre un elemento elevado, ubica las tres puertas principales que se rematan con un discreto entablamento y sobre  cinco ménsulas distribuidas  en la rotonda  de la esquina monta el gran balcón  cuyo valor se refuerza  con el remate  de un frontón sobre el nivel del tejado, muy decorado y franqueado por dos aletones similares a sendas espadañas, desaparecidas con el maltrato que han ejercido sobre el inmueble.
 Aspecto actual de la fachada del “Gran Casino” de Manzanares.
En Este edificio, Daniel Rubio con el perfil de la esquina redondeada deja patente la condición maquinista que unida al  elemento escalonado de la entrada logra en el “Gran Casino” un compromiso entre  academia y racionalismo. Con el tratamiento de la fachada con elementos geométricos conformando la distribución regular de los huecos y  molduraciones  introduce  un interés  singular del edificio.


“Los mercados de abastos.”


Los mercados siempre fueron la principal razón de las “Plazas Mayores” en las ciudades y pueblos. Las plazas siempre gozaron  del espacio más amplio  y de una clara jerarquización arquitectónica de la ciudad. Se instaló en ellas el comercio para abastecerse de todo lo cotidiano y las ferias donde adquirir productos más exclusivos. En ellas los cambistas, después los bancos, hicieron sus principales negocios, los artesanos vendieron sus productos, los mesoneros y bodegueros  se ubicaron bajo sus soportales.
 Mercado de Ciudad Real (1934) de José Arias.
Con crecimiento de la ciudad, el auge del urbanismo  y la llegada del Racionalismo arquitectónico,  el “mercado de las plazas mayores” se trasladó  a un nuevo espacio cubierto y específico para el comercio, “los mercados de abastos”: El Mercado de Ciudad Real (1934) de José Arias,  El Mercado de Abastos de Puertollano (1919) proyecto de  Daniel Rubio,  el Mercado de Abastos de Daimiel (1955) de Miguel Fisac, etc.(A parte del Mercado, Fisac tiene en Daimiel el antiguo Instituto Laboral  de 1957, primero de España en su género, la Casa de la Familia Pozuelo y los pisos de última generación esquina Parterre con Calle Virgen de las Cruces).
En la memoria original del proyecto del Mercado de Abastos de Daimiel, su autor, Miguel Fisac Serna, exponía :

Miguel Fisac Serna, autor de numerosos proyectos en Daimiel, provincia y en Madrid como la Iglesia de Alcobendas.
"Se proyecta la construcción de un mercado en Daimiel. Actualmente el mercado se realiza de una forma rudimentaria y circunstancial en la Plaza Mayor, que a la vez es carretera de tránsito desde la general de Andalucía a Ciudad Real, quedando confundidas y mal realizadas las tres funciones de paso de carruajes, centro cívico y mercado, con las consiguientes molestias y trastornos al tener que simultanear tan diversas y casi incompatibles funciones, por lo cual el Exmo. Ayuntamiento acordó la construcción de un mercado segregando esta función a la Plaza Mayor que, en su día, también ha de verse libre de la otra función de tránsito para quedar reducida a su genuina razón de ser de corazón de la ciudad y lugar de reunión cívica y de esparcimiento popular." "Este programa, dado el solar propuesto, es necesario desarrollarlo en tres plantas. Un semisótano donde se sitúan depósito de mercancías, cámaras frigoríficas y espacios reservados para dependencias administrativas. Planta primera, en la que se instalan treinta y un puestos de carnicería; tres de chacinería, once de casquería; cinco de ultramarinos; dos de panadería y dieciséis de pescadería y los correspondientes servicios sanitarios. Y en planta segunda se proyectan setenta puestos de frutas y verduras." "Después de tantear diferentes soluciones, se llega a la que se presenta en el proyecto, de planta cerrada perimetral del solar, formando una triple crujía cerrada y dos crujías irregulares en el centro, creando dos patios de luces de características distintas en las diagonales más lejanas de la parte perimetral y un patio de ventilación." "Esta disposición crea una red de circulación fácil y cómoda con accesos por la parte anterior de la calle de Rafaela Clemente, que podrá ser punto de penetración de las gentes que procede de la parroquia de Santa María y otra puerta en el ángulo extremo de la calle del General Prim, que es el acceso natural de los compradores que proceden de la zona de San Pedro. Como es precisamente este punto donde corresponde la cota más baja del solar, es también por dónde se hace la entrada de carruajes al semisótano, para descarga de mercancías y almacenaje de ellas."

La construcción del Mercado Municipal de Daimiel.

La construcción exterior consta de un muro perimetral de carga exento a tres calles, levantado de mampostería de piedra caliza de la zona con mortero y de 50 centímetros de espesor. El interior una estructura  diáfana  de pilares y jácenas de hormigón soportando forjados de viguetas pretensadas. La cubierta con vigas  y formas prefabricadas de hormigón  y tejas árabes de la zona, dispuestas para una fácil ventilación e iluminación del mercado.
 La intervención para su rehabilitación en 200, ha sido respetuosa con el edificio original en cuant materiales, colores y texturas. La fachada original y rehabilitada del Mercado, esto estéticamente, simula la tipología de las construcciones de las “huertas del entorno” para dar sombra a las mulas en los descansos. En concreto las “corralas”, anexas a las “quinterías”, cubiertas con rollizos y sombreadas con gavillas. Las ventanas del Mercado, siguen el juego de los  muros de las corralas en cuyos “michinales” o huecos  se apoyaban los rollizos.
 Fachada del Mercado Municipal de Daimiel (1950).
El actual edificio engloba ahora mercado, aulas de danza, música  y archivo municipal. Con este objeto han independizado e insonorizado bien unos de otros en planta y en sección. La actuación más importante sobre el antiguo mercado ha sido el Salón de Actos. La nueva distribución ha conservado el Mercado en la planta baja, reduciéndolo a 19 puestos y una cafetería con acceso directo desde la Calle Prim. En esta planta se ubicado también el “Archivo Municipal” con entrada independiente a la Calle Rafaela Clemente.
A la planta principal se entra por la Calle Luis Ruíz Valdepeñas,  en ésta se ubican la Escuela de Música, Danza y el Salón de Actos para conferencias, representaciones, exposiciones  y usos para las escuelas de Música y Danza.
En síntesis, la intervención en el edificio ha conservado su estructura y fachada original. En el interior se ha modificado  el espacio original para adaptarlo a un programa más compartimentado. Para remarcar que es una adaptación han pintado los paramentos interiores  de colores con el fin de matizar los nuevos espacios y programas.

Casas de Socorro.

En las normas Racionalistas siguen pautas de distribución y equipamiento como dotación de quirófano, sala de internos y reanimación, entre otros, contienen los servicios específicos en distintas estancias y  las condiciones de facilidad circulatoria, aire, luz, sol y solidez de la construcción.
Antigua Casa de Maternidad de Ciudad Real.
Estos edificios muestran en sus fachadas los nuevos criterios arquitectónicos fijados por la oficialidad política. Con estos criterios se construyeron las Casas de Socorro de Ciudad Real (José Arias, 1931), la antigua Maternidad de Ciudad Real, La Casa de Socorro de la Cruz Roja de Daimiel, y tantas otras.
 El Racionalismo se extiende a la creación de escuelas.
En el 1º tercio del siglo XX Ciudad Real conoce un progreso social y económico sin precedentes  debido al auge agrícola, nacimiento industrial y el sector de la construcción que dará a la provincia grandes ejemplos  de arquitectura moderna tales como la extensa red de estaciones, de Colegios y grupos escolares, viviendas de todo tipo y todo tipo de edificios.

Los nuevos planteamientos no sólo inciden en elementos constructivos, sino que engloban normas de salubridad e higiene en la arquitectura escolar,  según el Plan Callejas de 1926,  que contempla nuevas normas de construcción a la luz de los Decretos 1908, 1911 y 1934, en los que el Racionalismo se extiende a la creación de una determinada tipología escolar: “modestia de los edificios y funcionalidad de los mismos”. En base a los trabajos de Rodolfo Llopis, Giner de los Rios, Marcelino Domingo y, sobre todo, con el “motor” de la Institución Libre de Enseñanza, “La educación se convierte en una cuestión fundamental de Estado”. En el periodo de la República se levantaron numerosos grupos escolares en buena parte de los pueblos de la comarca calatraveña.

Fachada del Colegio San José (1929) de Telmo Sánchez.
 En 1917 se crean La Granja Pecuaria Agrícola, la Escuela de Artes y Oficios, el Grupo Escolar Cruz Prado Grupo  Peréz Molina,  El  Colegio de San José de Telmo Sánchez (1929), El Antiguo Colegio Ferroviario(1924),el Grupo Escolar Pablo Iglesias (1931) todos en  Ciudad Real; En Agudo(1934), Cózar(1935), Malagón(1935), Hinojosas(1931) San Lorenzo(1932), Pedro Muñoz(1934), Villar del Pozo(1935), El Viso del Marqués(1936), Torralba(1931), Almadenejos(1936), Fernancaballero(1931), Guadalmez(1936), actuaciones en los grupos escolares de Carrión(1908), en Brazatortas(1926) y Almodóvar del Campo(1929), obras realizadas por Sanchez Sepulveda. Con similares tipologías surgen los grupos escolares de Pablo Iglesias (1931) en Ciudad Real y las Escuelas de Almagro(  Rodrigo Poggio, 1923),  los Institutos de Daimiel( 1951) y de Valdepeñas, ambos de Miguel Fisac.

Singularidad del Colegio de los ferroviarios “La Ferroviaria” y el Barrio de “Larache”


En torno a la antigua Estación del Ferrocarril, hoy museo del ferrocarril, se desarrolló  al sur  las “viviendas sociales”, “Larache”, el Parque Gasset y  se construyó el colegio de los ferroviarios “La Ferroviaria” (1924). En el barrio “Larache”, poblado en sus “viviendas sociales” (1919) por ferroviarios y jornaleros asimilados,  arraigaron  pronto las mejoras como prestación de servicios educativos y sanitarios permanentes, el ferrocarril era el mejor difusor de noticias e informaciones. La población ferroviaria en un contexto próximo al modo de vida rural, constituyo un universo integrado y suficiente dotado  para no tener una excesiva dependencia del exterior.
Primero MZA y luego RENFE mantuvieron la construcción de edificios de usos comunes escuelas, economatos, gabinetes sanitarios e, incluso, iglesias. La financiación de este tipo de arquitectura también recayó sobre el estado o la administración local y, en algunos casos, las escuelas fueron subvencionadas  por el Ministerio de Educación.
El Congreso de la Unión Ferroviaria (1911) acordó que: “La compañía pondría  escuelas en sitios  que por su distancia se alejara de los centros escolares…para que pudieran asistir los hijos de los agentes”.  La fase expansiva coincidió  con el momento en que todavía  el ferrocarril precisaba  de numerosa mano de obra para su explotación. Esto permitió incrementar paulatinamente su población  y generar en su entorno un interesante desarrollo económico del que se beneficiaban  no solo los ferroviarios del lugar, sino que también se sumaban a esta bonanza otras actividades como el comercio, los servicios, la construcción, el ocio, constatando así una fase de desarrollo industrial hasta ese momento inexistente.

Tipología del Colegio “La Ferroviaria”

Edificio de planta rectangular, consta de dos “edificaciones” anexas  con sus respectivas entradas principales, el bloque de  tres plantas a la ronda y el de dos plantas a la entrada del Parque Gasset ( Uno para niños y otro para niñas).El edificio de estas escuelas es bastante monumental, ecléctico  y muy “atípico”  respecto a  los edificios en  que los arquitecto de la provincia han dejado su huella.
La fachada de tres plantas da a la Ronda, en la primera tiene puerta principal adintelada  con grueso entablamento sobre ménsulas, base del balcón principal. Está franqueada por dos parejas de ventanas dobles y amplias con arcos de medio punto rebajados  con una viva impronta cuya clave sirve de ménsula al entablamento que da paso a la segunda altura. En las dos plantas superiores todos los huecos son regulares, salvo el balcón principal  franqueado por dos pilastras dóricas adosadas sobre cuyos capiteles descansa el frontón.
 Fachada a la ronda del Colegio de los Ferroviarios “La Ferroviaria”.
 A ambos lados del balcón sendas ventanas singularizadas del resto con sus respectivas pilastras adosadas  base de sus respectivos capialzados  que en lugar de frontones tienen decoración modernista franqueada por remates cónicos igual que el balcón. La fachada se remata con una discreta cornisa corrida que da paso al antepecho de la terraza con sus remates en forma de pirámide escalonada.
La fachada que da al Parque Gasset  de dos plantas y puerta principal con arco de medio punto y vivas improntas cuya clave sirve de ménsula central al balcón, las otras dos ménsulas  laterales del balcón son muy exageradas y arrancan a la altura de la base del arco, quedando las enjutas limitadas en una especie de alfiz. Sendos ventanales  gemelos a los de la otra fachada franquean la puerta.
Fachada del Colegio de los Ferroviarios “La Ferroviaria” al Parque Gasset.
Sobre las claves de las ventanas y las ménsulas de del balcón se monta un entablamento que da paso a la segunda planta. El balcón central esta franqueado por dos pilastras adosadas dóricas, muy decoradas, que dan paso a la cornisa de la terraza. Franquean el balcón central otros dos balcones con antepechos circulares y sobre ellos  una venera sirven de base también a un entablamento y luego se remata la fachada con una cornisa para el posabrazos de la terraza.
En la tipología decorativa del edificio, formas clasicistas y eclécticas perviven no solo en las “guirnaldas decorativas” y molduras, sino en dejar patente  la identidad inconfundible  del edificio  frente al racionalismo cuyas edificaciones son difusas por principios. Racionalistas son las reglas básicas de salubridad e higiene y el culto a la geometría agotando el repertorio de líneas hasta llegar al “art nouveau” en muchas formas y su disposición. El edificio de  “La Ferroviaria” por su tipología arquitectónica, por su contexto histórico y emplazamiento debe estar destinado a hacer efectiva la conservación, mejora y  adopción del inmueble de interés cultural en estar llamado a destinarlo a eventos sociales y culturales.

Racionalismo y Vanguardismo.

Poblados de colonización, las “Casas Baratas” y la Vivienda Burguesas.


 El desarrollo urbano y la construcción de la vivienda participan de forma muy destacada del Racionalismo e, incluso, el vanguardismo.  El Gobierno de la República procedió a actualizar la política de las “Casas Baratas” en el Real Decreto de 1931. Mientras la vivienda burguesa sigue la norma de austeridad ornamental,  la línea horizontal y el geometrismo. La “Casa de la Fuentes” de José Arias (1934), “la Casa de Ramón y Cajal”,  la “Casa del Médico”, museo comarcal de Daimiel y la “Casa de la Familia Mejía” en C/ Ruíz de la Hermosa de Daimiel, entre tantas y tantas en la provincia.
Se crea una nueva tipología en la arquitectura,  las nuevas necesidades surgidas por el despegue industrial trajó el nacimiento de nuevos barrios y  con ello las “Casas Baratas”, por otro lado, el crecimiento agrícola se refleja en la traza y estructura de nuevos  pueblos de colonización.

Nuevos Poblados de Colonización.


En la arquitectura, junto a las nuevas necesidades surgidas por el desarrollo industrial y el auge agrícola surgió el consiguiente crecimiento de los pueblos y ciudades, además, la creación de nuevos pueblos de colonización. Muy pronto, se aplicó la nueva tipología de vanguardia: el Racionalismo y, en algunos aspectos, hasta el “art Nouveau”.
En torno al Río Bullaque y su pantano con los nuevos regadíos se crean: Santa Quitaría y Pueblo Nuevo del Bullaque. Estos núcleos y sus viviendas son modelos tipológicos muy importantes para la cultura arquitectónica de la Región.
Con las nuevas captaciones de aguas subterráneas del acuífero  24, se crean Villanueva de Franco (Valdepeñas), Llanos del Campillo (Manzanares) y Cinco Casas (Alcázar de San Juan), todos ellos en la llanura Manchega en torno a la  A-IV.


Santa Quiteria, pueblo de colonización con motivo del pantano del Río Bullaque.
Por último, el Bazán, Umbría de Fresneda, los Mirones y Villalba de Calatrava, fueron pueblos de colonización implantados en la Finca de la “Encomienda de Mudela” (17.533 ha.) y el Pantano del Río Fresneda, terrenos comprados por el estado en los términos del Viso del Marqués, Calzada de Calatrava y Santa Cruz de Mudela. El tipo de explotación establecido para Villalba de Calatrava fue de secano y para el resto, secano y regadío.
Especial interés arquitectónico tienen los poblados de la “Encomienda de Mudela”, proyecto realizado por Luis Fernández del Amo cuyos planteamientos son de extraordinaria calidad urbanística  y una excelente arquitectura, especialmente,  en los equipamientos comunes: iglesia, colegio, centro médico, etc.
“Encomienda de Mudela” a la que pertenecían las 17533 ha. De los pueblos de Colonización.
 Especial interés tiene Villalba de Calatrava, proyectada por Luis Fernández del Amo en 1955. En la tipología propuesta  del Amo hace indagaciones reflexivas en anteriores concursos agrarios  exigidos en la OPER de la Segunda República,  también  en el Racionalismo tipológico exigido  por  el “Existenz-Minimum” de los  CIAM  centroeuropeo, con ello conjuga la racionalidad económica  de las viviendas demandadas por el INC para la importante transformación territorial que se producirá en la operación de regadío y transformación agronómica de la década de los 1950. Su propuesta estaba en línea con los organismos de la época, vinculados también a los alojamientos (INV y OSHA).

El Informalismo de Villalba de Calatrava.

El Proyecto hizo que Villalba  de Calatrava goce de una extraordinaria “marca” urbanística  y excelente calidad de edificios, especial, los destinados a usos comunes. En el desarrollo intervienen  artistas  y pintor de la talla de Manuel Hernández Mompó (1927-1991), representante del “Informalismo Español”, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1968 y premio de la UNESCO en la Bienal de Venecia de 1968; el escultor Pablo Serrano autor del Vía Crucis y el Retablo de la Iglesia; Julián Gil y Terea Eguibar.
Villalba de Calatrava, constituye uno de los proyectos urbanísticos y arquitectónicos más novedosos  de estas colonizaciones, aunque surgidas  bajo las directrices ideológicas, especialmente de los falangistas, el “plan de Colonización” de una permisibilidad  y autonomía  en su diseño formal, que en líneas generales, se plasmó en manifestaciones que pretendían conjugar las propuestas de la arquitectura regional y las formas existentes durante el 1º tercio del siglo XX con el “movimiento moderno”. Esta tipología  renovadora es evidente, especialmente , en el gran diseño de Villalba de Calatrava proyectado por José Luis del Amo en 1955.

Estructura Urbana de Villalba de Calatrava.



Proyecto del trazado urbano de Villalba de Calatrava.
La estructura urbana de Villaba de Calatrava es muy novedosa, está conformada por dinámicas manzanas dispuestas a tresbolillo que crean plazuelas  entre ellas con abundante jardinería, alejándose de la monotonía que crean los trazados de viviendas  seriadas. Su programa fue de 100 viviendas de colonos de tres tipos y tamaños, destacando los edificios de uso comunes, destacando iglesia, sacristía, edificio para la administración y dispensario médico, dos edificios comerciales, escuelas con aulas para ambos sexos, despacho y casa de maestros, etc.
La iglesia se singulariza en el centro de Villalba de Calatrava y es un estilizado edificio de diseño preferente con una única y espaciosa nave, construida en hileras de ladrillos y mampostería encalados, recogiendo las tradiciones constructivas  locales e integrándolas  en un diseño de formas esenciales de gran simplicidad y modernidad. La fachada blanqueada se enmarca en un rectángulo cuyos lados recogen esquemáticamente la idea de torres rematadas con discretas espadañas que franquean la portada, algo retranqueada y dos vanos adintelados  de acceso. La portada está atravesada en toda su superficie por dos baquetones octogonales formando una cruz de obra en el mismo plano que los planos exteriores.

La composición cerámica de Mompó.


Sobre el muro de la fachada (11x 6 m.), realizó Manuel Hernández Mompó su obra en mosaico a finales de los cincuenta, fecha cercana a la concesión de una beca de la Fundación Juan March para el estudio del mosaico, después de haber residido en París, Roma y Bruselas.
 Composición cerámica de Manuel Hernández Mompó en la fachada de la Iglesia de Villalba de Calatrava.
La composición, de temática agraria con simbología religiosa, presenta una filiación constructivista y rasgos neocubista y armoniza con la arquitectura, manifestando el contacto del autor con el grupo valenciano “Parpalló” (1956), en cuanto a perseguir la integración  de las artes con una acción creadora que transcendiera la experiencia in dividual de pintores, escultores, diseñadores, arquitectos…
Está realizada  con pequeñas teselas  de distinta naturaleza: cerámica vidriada, rocas variadas como arenisca, caliza, granito, mármoles con distintas texturas y porosidad, elegido con un criterio pictórico: brillos, mates para delimitar formas  y hacer vibrar la composición  y el color , resultando un conjunto con gran plasticidad.
En el Baptisterio y sagrario se lucen las cerámicas  de Julián Gil, así como el diseño de la pila bautismal y el agua bendita. El retablo original de la iglesia fue realizado por Pablo Serrano (1969), mientras que las imágenes del crucifijo y la virgen con niño corresponde  a Teresa Eguibar.
Villalba de Calatrava,  ha sido distinguida con una Placa  por “La Fundación Docomomo”, organización mundial creada para divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del movimiento moderno. Por otra parte, el Ayuntamiento del Viso del Marqués ha solicitado la declaración de Villalba como Conjunto Histórico.

El Racionalismo en la Arquitectura Industrial.


La arquitectura industrial se decanta por lo  “ligero y lo práctico”, se pierde la “marca individual del edificio” y las habituales alturas de los edificios del cambio de siglo se rebajan. Según  Gillo Dorfles se construye con un perfil de “divorcio entre las artes y desprecio por la arquitectura artística”. Exhiben  en esta tipología el Garaje de Ford y Fábrica de Maderas de Ciudad Real (José Arias 1945), La Fábrica de Harinas de Manzanares y la de Aldea del Rey y como ejemplo y modelo de arquitectura industrial moderna, destaca el Silo de abonos de Fertiberia     (1955) proyecto de Manuel Valdés Larrañaga en el Complejo Industrial de Puertollano.

El Silo de abonos de Fertiberia en Puertollano.

El silo de abonos de Fertiveria se ubica  en el complejo industrial de Puertollano  al norte del Río Ojailén y del Valle de Alcudia. En 1940 en una visita de Franco  al complejo Industrial donde se explotaban las pizarras bituminosas cuyos derivados, combustibles y lubricantes, eran vitales para la supervivencia de la autarquía franquista,  con la II Guerra Mundial Presente y el Posterior Bloqueo de los aliados. En las instalaciones de la  industria  “Destilerías  Calatrava” de Puertollano encargaba el General Franco a su Ministro de Industria y Cormercio,  teniente coronel Alarcón  de la Lastra poner en funcionamiento una refinería diez veces superior a la “Destilerías Calatrava”.

En 1942, se creaba por Decreto la empresa “Nacional Calvo Sotelo” y meses más tarde se inauguraban las instalaciones de “ENCASO”, tres grandes complejos industriales en España. Uno de esos complejos correspondía al de Puertollano, La empresa “Nacional Calvo Sotelo” que desde sus inicios se planteó, a su vez,  la construcción de una planta de abonos nitrogenados. El objetivo con la planta de abonos era hacer frente al bloqueo declarado por los aliados contra la supervivencia del régimen franquista.
Su construcción se inicio en 1955  y tres años después estaba ya montada la mayor parte de la maquinaria. Un año más tarde Franco volvía por tercera vez a Puertollano,  visitaba el Complejo Industrial e inuguraba la fábrica de abonos nitrogenados y se cumplían los deseos expresados de forma contundente con la frase. ”alimento para el hambriento campo español”.
 En 1940, El General Franco visitó lo que sería después el Complejo Industrial de Puertollano.
El abonado de las tierras del campo español, estaba lejos de las medias de otros países europeos que suministraban a sus tierras  cantidades mayores de abono cada año. Con esta planta se paliaba el bloqueo y se consolidaba el “Plan nacional de Fertilizantes Nitrogenados” con el objetivo puesto  en la producción  de 900.000  toneladas de abonos nitrogenados de las que 300.000 deberían se producidas por   La Planta de Calvo Sotelo”, además, se daba un impulso a las zonas de regadío con la creación sólo en el Campo de Calatrava y su entorno  de hasta nueve pueblos de colonización.

Las instalaciones de abono nitrogenados de Fertiberia.


La Instalación de la planta de abono nitrogenado comenzó 1955 con las siguientes fases: Gas de síntesis, síntesis de amoníaco, ácido nítrico, sales nitrogenadas, almacenamiento y embasado. En resumen, para obtener el “nitro-cal-amón”, se mezclaba la disolución del nitrato amónico  con caliza molida procedente de las minas cercanas de Argamasilla de Calatrava. Para su almacenamiento se construyó en 1955 el “Silo de Abonos Nitrogenados”, proyectado por el arquitecto Manuel Valdés Larrañaga con el sistema de “cimbra reglá” que cubre un vacio de 30 metros de ancho con “arcos parabólicos” de hormigón armado y con una altura  en la clave de 9´70 m. esta estructura se repite  en tramos regulares cada tres metros, creando 29 espacios intermedios entre los grandes arcos de hormigón. Se trata de un singular edificio, resultando una nave de 30 metros de ancha por 90  metros de larga, ampliada, posteriormente, con 15 módulos más hasta 135 metros de larga. Exteriormente, los cuerpos estructurales y sus zapatas de apoyo marcan visualmente el ritmo de la ejemplar estructura longitudinal.
Almacenamiento de abonos nitrogenados en el Silo de Fertiberia de Puertollano.
El espacio interior se ha teñido de negro por la reacción química de las substancias almacenadas cuyas cualidades dramáticas del color, unidas a las enormes dimensiones curvadas que ofrecen una continuidad de los paramentos hasta llegar a la gran altura de la clave que nos sobrecoge y, aún, se refuerza más con la luz cenital que entra tamizada para garantizar la buena conservación de los productos nitrogenados, así como  la ventilación del espacio, todo este conjunto de circunstancias hacen que el interior tenga un especial atractivo. La inmensidad del espacio interior, el negro interior de las paredes, la luz cenital tamizada contrasta con los grandes montones  de nitrato 34´5 de un blanco nieve  que, según, las escabadoras lo van arañando ofrece formas de bloques de hielo. En otra parte de la nave, se almacena nitrato 27 que al mezclarse con las dolomías  de Argamasilla de Calatrava  tiene un color rosado muy peculiar. En resumen un espacio escénico industrial con mucho interés plástico y que cumple después de 60 años una función fundamental, el almacenar el producto en condiciones adecuadas. El Silo tiene una capacidad para almacenar 60.000 toneladas de abono nitrogenado, Fertiberia tiene una plantilla de 190 trabajadores , además de 115 empleados  que trabajan en la fábrica  por medio de empresas de contratas y mantenimiento.
Dentro del gran complejo industrial  de Puertollano, la zona de producción de abonos, gestionada por Fertiberia, está dotada de modernos sistemas de control de producción para garantizar la calidad, la seguridad del   trabajo y la producción que se realiza.

Reconocimiento de este Patrimonio Industrial.


En reconocimiento de este “Modelo de Patrimonio Industrial”, integrado por  depósitos, silo de almacenamiento de abonos, tuberías de enlace, chimeneas, etc. Conforman un “Modelo de Arquitectura Industrial  Moderna” que viene de los años cincuenta. El mantenimiento, aún, en uso  en su funcionalidad original es la mejor garantía para la conservación de este ejemplo  de patrimonio industrial, falto, muchas veces, de catálogos adecuados y protección legal…
La Fundación Docomomo, organización mundial creada para divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del movimiento moderno, ha reconocido  el silo de almacenamiento de abonos  nitrogenedados de Fertiberia , en Puertollano, como “edificio paradigmático de la arquitectura moderna”.
La forma parabólica del edificio y la cámara o pasillo creado en los laterales de la nave están diseñados  para prevenir que el abono nitrogenado no tenga que  soportar  temperaturas superiores a los 32º grados de temperatura en verano. Este Silo de Fertiberia  es el séptimo edificio reconocido en Castilla-La Mancha, de de cuales  tres se ubican en el Campo de Calatrava y su entorno por su valor arquitectónico: El poblado de Villalba de Calatrava, La antigua Central Térmica de Puertollano y el Silo de abonos de Fertiberia.
 Nogalera.

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