sábado, 23 de febrero de 2013

Conjuntos Históricos en el Campo de Calatrava y su entorno.

 


En la comarca calatraveña y su entorno, el origen de numerosas ciudades es el sencillo desarrollo de los campamentos romanos que apenas conocemos algo más que su nombre, “Sisapo”, “Oteto-Zuqueca”, etc. Después, tras la ruralización de la vida y la oscuridad de la Alta Edad Media, retomamos la continuidad de las poblaciones en el siglo XI, sobre todo, en el Campo de Calatrava con las órdenes militares se crearon y ampliaron multitud de fortalezas y poblados  de acuerdo a la explotación de recursos económicos: “La Encomienda”, la define una peculiar tipología de construcción con fortaleza militar, iglesia, viviendas señoriales a la calle principal, depósitos, almacenes, alhóndigas , etc. para almacenar sus recursos. En estos pueblos se encuentran escudos militares y nobiliarios en las fortalezas, palacios o casas solariegas.

El Castillo de Mudela una de las numerosas encomiendas.  “La Encomienda” fue una  unidad básica de explotación establecida por la Orden de Calatrava en esta Comarca.
La memoria histórica y los valores artísticos han tenido también su “catálogo  rojo”,  sobre todo, a finales del siglo XVIII con las crisis bélicas y sociales  vino la destrucción de gran parte del legado histórico: Desamortización, exclaustración  y estériles demoliciones. En épocas más recientes, la vorágine urbanística se ha llevado por delante otra gran parte del patrimonio e, incluso, en muchas ciudades ha desaparecido nuestro pasado más reciente.
Tuvo que llegar el “ideal romántico”, identificado con el culto colectivo por algunos testimonios históricos-artísticos  más importantes de la cultura nacional: iglesias, monasterios y castillos  eran imágenes artísticas que más valoraron.
En el siglo XX se regla la situación  con la aparición de la Ley del Patrimonio de la Segunda República -1934-, normativa vigente hasta la promulgación de la de 1984. En el mismo sentido, el Consejo de Europa y la UNESCO han elaborado nuevos pensamientos  para los centros históricos: “El carácter inseparable de la conservación del patrimonio y la gestión urbana, así como considerar conjuntamente  la totalidad de los bienes inmuebles  que constituyen el legado histórico y su salvaguarda”.
La tipología arquitectónica de los conjuntos históricos calatraveños configura un patrimonio único en el contexto de Europa gracias al incalculable tesoro histórico-artístico que conservan.


Los paradigmas de los Conjuntos Históricos son las Plazas Mayores.

En el siglo XVI la ciudad está definida por tres elementos esenciales: plaza mayor, iglesia y ayuntamiento. En cada pueblo se repite una similar disposición, en torno a un espacio vacío, por lo general rectangular o trapezoidal,  aparecen las plazas  con las edificaciones porticadas en su entorno, una tipología arquitectónica, por lo general, monumentales y únicas. A menudo, en estas plazas se combinan los “pies derechos” de madera  que dan paso a corredores abiertos con techumbres adinteladas o también columnas de piedra con zapatas, un elemento propio de la arquitectura mudéjar muy extendida en la zona.
Las importantes plazas de la comarca presiden los centros históricos  urbanos y vertebran la organización social ya que en ellas como en el “foro” romano confluyen las principales vías de comunicación. Algunas plazas destacadas  como la de Almagro, La Solana, Daimiel, Infantes, Valdepeñas, etc.


Panorámica de la Plaza Neoclásica  de Villanueva de los Infantes.
La mayoría de los Centros Históricos  surgen con la Contrarreforma y el Barroco , pues las órdenes mendicantes de Dominicos, Franciscanos, Carmelitas  o Jesuitas se instalaron durante  los siglos XVI y XVII a las afuera de la población  con lo que se amplió el plano urbano, justo en torno a las nuevas calles que definirán los monasterios surgieron nuevos edificios civiles y señoriales  con una arquitectura muy singular de la comarca: dos plantas, similar a las plazas porticadas, ordenadas en torno a un patio central.
Sobre todo, en Almagro predomina la huella del mecenazgo eclesial, señorial y militar. Será, pues, con la Contrarreforma y el Barroco  cuando adquieren la fisonomía definitiva, -actual- de la ciudad  y cuando se configura la población conventual y burocrática como una ampliación de la anterior señorial y militar. Estas ciudades calatraveñas constituyen el hecho diferencial más interesante respecto al resto del país y Europa.

Origen y funcionalidad de las Plazas Mayores.

El origen de las plazas mayores, en clara jerarquía, respecto al resto de ciudad, surgió para servir a la comunidad local y se convirtió, por un  lado, en el centro comercial y lúdico; por otro, representa a la ciudad como un “gigantesco logotipo”.
El mercado fue el principal fin, en sus soportales se instaló el comercio para abastecerse de todo lo cotidiano y las ferias  para adquirir productos más puntuales. En ellas se compro y vendió ganado, en cada San Miguel se contrataba a los gañanes, pastores y jornaleros. También hicieron sus principales negocios los “cambistas”, los artesanos, los mesoneros, bodegueros, etc.

Antiguos mercados de las Plazas Mayores como el de Daimiel  en la década de los cuarenta.





En la Plaza se ha anunciado la muerte de un monarca y  la proclamación de un príncipe, la llegada de la República y la de la Guerra, la celebración de una boda y también el último adíos.










Además, la plaza sirvió para el ocio, la diversión y “las relaciones”. En ellas se representaron piezas teatrales, festejos taurinos, actos religiosos de gran magnitud y, además, también protestó el pueblo ante el hambre y las injusticias. Las plazas mayores han conservado y mantenido la “esencia plenaria” del pueblo. En ellas el “pueblo en pleno” ha vivido lo amargo y lo dulce la vida: Se ha anunciado la muerte de un monarca y  la proclamación de un príncipe, la llegada de la República y la de la Guerra, la celebración de una boda y también el último adíos, la celebración de un encuentro de futbol y la entrada de un nuevo año.

La Plaza Mayor de Daimiel.


La Plaza de los “Portales Blancos”, anterior a la actual de columnas de fundido (último 1/3 del XIX), estaba conformada  por soportales encalados. Tenía una arquitectura sencilla  de los siglos XVI y XVII, teniendo su réplica más representativa  en los patios de las casas daimieleña  y manchegas. Las columnas en un principio era “píes derechos” con zapatas, entablamento y galerías corridas y abiertas para el público a la plaza. Pero debido a que la base de los soportes se deterioraba por el agua, fueron sustituidos por columnas de piedra, “los Portales Blancos”.
Durante los siglos XVII y gran parte del XVIII, la plaza era lugar idóneo de los festejos, especialmente, los taurinos, hasta que llego un día que su estado era muy ruinoso, según Documento Municipal que nos dice: “no se halla en disposición de correr por ella, tanto por la inseguridad de sus corredores y ventanas, que muchos de ellos amenazan ruina, como por otros obstáculos que median de no poder sujetar a las personas concurrentes a dicha diversión”.


Restos al fondo de la Antigua Plaza de los “Portales Blancos”, siglos XVII y XVIII.
Los “Portales Blancos” los empezaron a sustituir por los actuales de las columnas de hierro en el último tercio del XIX, el proyecto del cambio y sustitución, supuso para Daimiel una obra de gran envergadura, tanto por su coste como por su realización en un largo periodo de tiempo, según el ritmo en que los propietarios remodelaban sus respectivas viviendas. La sustitución total duró más de 50 años,  hasta los años veinte que se remodelan los últimos “portales Blancos” en las casas del Banesto y familia Simal.
 ¡Curioso!, la serie de columnas de la fachada del Bar la Posada están fechadas en la Fundición de Sevilla en 1882 y otra curiosidad  sobre su financiación, el 7 de octubre  de 1888, se dio lectura  a la Instancia presentada por D. José Mata García en la que pedía al Ayuntamiento que le dispensase  del pago de las columnas de la casa que había reedificado  el 20 de agosto de 1885.

De los “Portales Blanco” a la Plaza de la Constitución.




Último ¼ del siglo XIX, se remodela la Plaza con columnas de hierro fundido, nace la “Plaza de la Constitución”.
Como en el resto de las Plazas, ésta era el centro social por antonomasia más importante de Daimiel, ha estado ligada ligada a los acontecimientos históricos. El nombre de “Plaza de la Constitución”, cae de lleno en nuestros antecesores novecentistas –liberales y conservadores- que se pasaron la mayor parte del siglo en pugna por una u otra constitución, según el signo político de los gobernantes de turno. No hay que perder de vista que en el pasado siglo se dieron numerosas constituciones. En la Plaza de la Constitución se observan notables cambios.

De la Constitución a la “Plaza de la República”.


Lo primero que se realiza es su elegante “templete”, pues hay que tener presente que gran parte de las actividades, cuando se convertía en el Real de la Feria, giraban en torno a la música.
Sobre esto se escribía  en 1934, “parece paradójico, pero es cierto que en plena llanura manchega, que si es tierra de Sanchos, también se dan como halagüeños contrastes, Los Quijotes. Existan magníficas agrupaciones musicales como las rondallas, el Círculo Artístico de la Cruz Roja, Los Amigos del Arte, la Banda de Música de la Cruz Roja, la Banda Municipal de Música, etc.  Y no se quedan atrás las agrupaciones teatrales como el  “Grupo Daimieleño Artístico”, “El Grupo Artístico de la Cruz Roja”, “El  Grupo Artístico Amigo del Arte”, El de la “F.E.D.O. o Cultural”, etc. Existían, además, los entusiastas del futbol como el Daimiel C.F., El Racing-Club, El Atletic, El Club Pirata, La U.G.T., Cultural, etc.”.

De toda esta capacidad artística, creadora y productora, la “Plaza de la República” como corazón del pueblo fue punto de encuentro y seguirá siendo los niños alegres y traviesos juegan, cuando la juventud vestida de

La “Plaza  de la República”, con el típico templete para la música.
gala se congrega y los mayores formando los típicos corros establecen sus tertulias y, también, cuando el viajero gustador de emociones, aquí encuentra un placentero sabor y consuelo…

De la República a la “Plaza del Generalísimo”.


Debe su nombre al momento histórico de la posguerra. A lo largo de todas las vicisitudes, como si tuviera vida propia, la Plaza ha ido cambiando de fisonomía. En un primer momento conservó su magistral y antiguo templete octogonal; posteriormente, tuvo otro templete cuadrado hecho de obra con una escalera de acceso y balaustrada de tubo de hierro, lugar de juego preferido de todos los niños. Gozó la plaza de unas artísticas farolas de forja, alternando con acacias y jardines en lugar de los actuales pinos. Hasta la década de los cincuenta se siguió poniendo en ella el Real de la Feria y la misma suerte corrieron los puestos del mercado, Aunque los que más resistieron fueron los puestos de las “entonces chuches”: Almortas tostadas, barquillos, chufas, altramuces, caramelos “sacis” y de menta, etc.
María la Heladera, uno de los típicos puestos de barquillos y helados.
No obstante, al traslado de todos estos “chamarileros”, la plaza ha seguido siendo el centro de las grandes solemnidades y el lugar preferido para el ocio, el recreo y el paseo de propios y extraños…

La actual “Plaza de España” de Daimiel.


La actual Plaza de España, surgió en legislatura municipal de 1983-87 y las obras de la anterior fuente y pavimentado en diciembre y enero de 1986-7 y, simultáneamente, se alivió del tráfico rodado para hacerla más grande y unir en único paseo ininterrumpido  Santa María y San Pedro  -

 Aspecto  de la penúltima Plaza  de España con la fuente y el tráfico  rodado por ella.
diariamente y, sobre todo, los domingos- se sigue convirtiendo en el corazón del pueblo pues en ella, a pesar de los cambios, se sigue jugando, paseando, estableciendo tertulias y, sobre todo,  se descansa y se sueña…

Aspecto actual de la Plaza de España con el olivo.
La piropean propios y extraños: “Qué guapa estás desde que te acompaña ese apuesto olivo”. Apuesto, a pesar de tener mil años y frondoso por estar con ella en el corazón del medio urbano…


La Plaza Mayor de Almagro.
 Singular y extraordinaria  “Plaza Mayor” con ese color especial verde de las berenjenas y ese aire “nórdico” resulta el ejemplar más relevante de las plazas mayores medievales (siglo XIII).
Singular y extraordinaria  “Plaza Mayor” con ese color especial verde de las berenjenas y ese aire “nórdico” resulta el ejemplar más relevante de las plazas mayores medievales (siglo XIII). Se configura como un espacio público alargado y homogéneo, delimitado por soportales  comerciales en planta baja y dos niveles de galerías acristaladas, formadas por una estructura de “pies derechos” y zapatas de madera y carpinterías de madera en color verde. Espacio rectangular, ligeramente irregular de  104,5x37m. la estructura adintelada de los soportales se compone de 81 columnas toscanas de piedra caliza.
Su tipología coincide  con la típica de la plaza manchega en una 2ª fase de evolución: la primera sería la plaza con galerías corridas a modo de palcos acristalados  y la 3ª consistiría  en tabicado de las galerías  con fábrica, pero manteniendo el entramado estructural de madera.
Tiene una singularidad especial, debido en parte a la proporción  excesivamente alargada de su planta, y a la perfecta regularidad de las fachadas de sus lados mayores, solo interrumpida por la casa del Señorío de Molina. Ubicada en el centro del casco antiguo, se desconoce su configuración inicial ya que el espacio fue profundamente remodelado en el siglo XVI, y, posteriormente, en el siglo XIX.
Su origen se remonta al siglo XIII y su configuración es el resultado de la supresión de varias cuadrículas de la trama de manzanas, diferenciándose de otras plazas medievales, cuyo espacio  público es fruto de la prioridad concedida al espacio privado. Inicialmente tuvo una función fundamentalmente comercial. La fecha de instalación de los soportales destinados al comercio, y a que servían, además, para proteger de las inclemencias del tiempo. Su aparición estuvo  también vinculada a razones  morales y “de buenas costumbres” y a finales del siglo XV se puede ya constatar su existencia.
A partir del siglo XVI, se impone una nueva estética (“De Re aedificatoria”) que exige un orden visual, simetría y  regularidad en las alineaciones. La reforma del siglo XVI supuso una ordenación de los elementos arquitectónicos de la plaza con pórticos de igual dimensión, alineaciones perfectas y alturas idénticas de las edificaciones.
La plaza también tuvo su función como escenario del poder político y religioso,  quedando enmarcada por los edificios representativos del poder temporal, el Ayuntamiento en el lado oeste y el Palacio Maestral, y el del poder espiritual, la Iglesia de San Bartomé se levantaba en lo que hoy  son los jardines en donde se encuentra la estatua ecuestre de Diego de Almagro, en bronce.
Otra de sus funciones  es la de servir como escenario urbano monumental, hasta el 1845, el espacio de la plaza se utilizó  para la celebración de corridas de toros, siendo este aspecto fundamental para su apariencia definitiva, en los soportales se colocaban barreras y graderíos de madera para el público, pero la ubicación preferente estaba en las galerías de las plantas superiores en las que se aumentaron al máximo los vanos o “claras” para aumentar la visibilidad. El acceso a ellas se efectuaba por sendas escaleras en el centro de los lados mayores de la plaza, en el callejón del Toril y en el de Villar. Esta función determino, igualmente, la regularidad de las alturas, unificada por un tejado corrido, y la reducción de la altura de los pisos al mínimo de una persona de píe, para poder poner dos plantas.
Plaza Mayor de Almagro, nos traes los ecos de las fiestas teatrales como si estuviéramos escuchando versos de nuestros grandes poetas del siglo de Oro y los “oles” de las corridas de toros a la antigua usanza. Los vidrios de tu fachada, aún mantienen los reflejos  de las “Cortes” celebradas  por Alfonso X y los “amores”  que también  aquí los tuvo Pedro I de Castilla. Hasta aquí  nos llega “el rumor” de las intrigas y las grandes ambiciones  de los Maestres Calatravos y, seguro también, jugaría y correría  contigo el valeroso Diego de Almagro.
Plaza Mayor de la Solana.

La Plaza Mayor de la Solana es  el paradigma del eclecticismo como a las obras de arte nada le sobra, ni le falta.
Estamos en la Solana, en su Plaza Mayor hasta este altozano del montículo que conforma la población llegan los caminos polvorientos de Manzanares, Membrilla, Alhambra y San Carlos del Valle. ¿Cuántos siglos de historia nos contemplan  hasta llegar a este conjunto tan perfecto?  El entorno,  la disposición del pueblo sobre su media naranja, todo en esta plaza está sintetizado magistralmente.
La Plaza Mayor de la Solana es  el paradigma del eclecticismo como a las obras de arte nada le sobra, ni le falta. Posee singulares adintelados y arcos de medio punto. Al norte, en ella destaca la “Casa Posada” en donde, seguro, pernoctaron los compradores de “hoces”, Azafrán y, no pocos, “maestros” de la trashumancia hasta tí llegaron a reponerse. Al este, conforma la plaza también la magnífica iglesia ecléctica de la mártir Santa Catalina, cuya torre con “garbo” andaluz tiene vocación manierista y anuncia la grandeza de este “conjunto” de la Solana a los “cuatro vientos” del Campo de Montiel.
Plaza Mayor de la Solana, En TI pusieron su corazón los pastores sorianos, el tesón de tus vecinos  y  el mecenazgo de los caballeros santiaguistas que te “fraguaron”  en el siglo XV.
 La Plaza Mayor de Valdepeñas.

Vieja Plaza del entonces Señorío de “Val de Peñas”, ¿quién iba a decir, después que Felipe II para aliviar sus maltrechas arcas te vendiera en el 1575 al primer marqués de Santa Cruz que te alzarías en capital del vino y tu comarca comarca ?. Después en el XVIII con el séptimo marqués de Santa cruz, tu “Palacio de Valdepeñas” se convirtió en sede de la corte de los Marqueses de Santa Cruz en cuyos salones de estilo francés  se reunian para juegos cortesanos, celebraciones de fiestas, banquetes y representaciones de teatro, tertulias y críticas literarias…De tus “alma” salió el “clarete de Valdepeñas” con el nombre de “Aloque” cuando los Austrias, desde tu Palacio y los sucesivos Marqueses fue promocionado hasta Carlos III que estipulo un aumento del “clarete de Valdepeñas” sobre la soldada que pagaba a los artesanos constructores de las puertas de Alcalá y Toledo.
De tus “alma” salió el “clarete de Valdepeñas” con el nombre de “Aloque” cuando los Austrias.
¡Oh!, Plaza Mayor de Valdepeñas, los propios y extraños contigo disfrutan  cuando apagan las penas con tus vinos, mimados como tú con el “blanco y el Azul” manchego.

Plaza Mayor de San Carlos del Valle, paso obligado entre Castilla y Andalucía.

Al principio con la reducida Ermita  de santa Elena y luego con la actual Iglesia-Santurarío  siempre el lugar ha sido muy visitado por viajeros y peregrinos debido a que estaba situado en el lugar obligado de paso para ir de Castilla al Reino de Jaén (Andalucía), cuando aún Carlos III no había abierto el Paso del Despeñaperros.  Sólo existían dos camino: Este elo Camino Real de Andalucía por Membrilla, San Carlos del Valle, Alcubillas, Cozar, Torre de Juan Abad, Villamanrrique, Venta Quemada, Motizón etc. El otro itinerario, El Camino Real de la Plata que pasa por Almodóvar del Campo, Fuencaliente  para ir a Córdoba y Sevilla.
En el 1773, el Rey dicto una resolución concediendo a San Carlos del Valle ciertos privilegios, pues hasta entonces dependía de Membrilla. Esta Resolución dio paso a una total y definitiva emancipación que se daba por Carta Real Privilegios de 1800. Este hecho, entre otras cosas, acarreo la restauración de su Plaza y entorno por La Dirección General de Arquitectura el 1971.
El arquitecto autor del proyecto de la iglesia y Plaza, Victo Caballero Ungría al hablar de la Plaza decía: “La bellísima Plaza mayor, de pequeñas proporciones, tiene forma trapecial de 53 metros de larga por 21 metros de ancha por su parte media…articulada con ella tiene una pequeña plazuela que sirve de atrio a la Iglesia”.
El 1969, la Dirección General de Arquitectura llevó a efecto la restauración de las fachadas de la Plaza Mayor, así como el arreglo de la Plaza en sí. Hoy la Plaza  restaurada es una verdadera joya.  Testimonio de ello es una inscripción en mármol en la puerta del Ayuntamiento:
 “El Ministerio de la Vivienda restauró esta Plaza mayor, La comisión Provincial de Monumentos erige este testimonio en agradecimiento, Año 1971”.
San Carlos del Valle tiene tres joyas artísticas integradas en un mismo recinto: la Plaza, la Iglesia y el antiguo Parador.
En la Memoria de la restauración del 1971, otro edificio que se relaciona de gran interés es el antiguo Parador:
“Es un antiguo Parador con amplio patio con arcos de fábrica sobre columnas de piedra y galerías de madera…-Este edificio, sigue diciendo la Memoria- está muy alterado, pues han tapado los arcos y balcones para hacer nuevas habitaciones”…” Seria de mayor interés su restauración dándole un destino acorde con su belleza y organización”.
Plaza de San Carlos del Valle, ¡eres bella por tus contrastes: en ti se saborea la quietud, el silencio y la falta de roces humanos y también la inquietud que producen tus exuberantes formas barrocas…

Plaza Mayor de Villanueva de los Infantes.

 

La Plaza Mayor de estilo Neoclásico constituye un elemento clave del diseño urbano. En ella están integradas las principales instituciones religiosas y políticas. Esta bellísima Plaza Mayor como la mayoría de su estilo es el eje de la vida cotidiana, la referencia de los visitantes y la simetría de su trazado urbano.
El Ayuntamiento como el resto de edificios  que ayudan a formarla, está integrado formando un único bloque con el resto, fiel al estilo y al gusto de la época, aunque mantiene los ligeros rasgos distintivos de su personalidad institucional.
La Casa Consistorial con soportales de arcadas consta de dos pisos, el primero con balcones de medio punto frente a sus homónimos vecinos de los hacen con balcones adintelados  y rematados con frontones triangulares, muestra del eclecticismo Neoclásico. En la Parte norte de la Plaza destaca la Parroquia de San Andrés aunque su puerta principal integrada en la Plaza es de estilo clasicista con lo cual aporta unidad y armonía.

Plaza de Villanueva de los Infantes, Representada aquí en el espíritu y la hidalguía manchega.
¡Plaza Mayor de Infantes, aún guardas vivos recuerdos de Francisco de Quevedo y Villegas! ¿Cuántas veces, admiró tu “enorme museo” y tú “gran libro abierto” al saber y a los siglos que han forjado tanto arte, tanta belleza y ese profundo latido del alma española, representada aquí en el espíritu y la hidalguía manchega.
Los conjuntos históricos de los Santuarios.

Durante los siglos XVI y XVII, en el campo se desarrollan  complejos edificios  en torno a espacios circulares como en las Virtudes o rectangulares como en las Nieves rodeados de viviendas o “cuartos” de un prototipo de la arquitectura Barroca, exclusiva del Campo de Calatrava y su entorno, son los Santuarios para la Virgen. Constan de varias dependencias con dos plantas,  por lo general porticadas, magníficas iglesias barrocas  con camarín en el ábside y, además, disponen de las más antiguas y originales plazas de toros. Estos centros nos ilustran muy bien la evolución histórica, nos ofrecen lo más esencial de la historia colectiva del Campo de Calatrava  y su entorno.

 Los Santuarios más destacados son el de las Virtudes en Santa Cruz de Mudela cuya plaza de toros cuadrada es la más antigua de España, 1642. Esta tipología de Ermita-plaza de toros se repite  en Villahermosa y las Nieves de Almagro. Otros Conjuntos Históricos:  Carrión de Calatrava con su santuario anejo a Calatrava la Vieja, el Santuario de Argamasilla de Alba, Santuario de la Virgen de las Cruces de  Daimiel, etc.
  Declaración del Conjunto Histórico del Santuario de las Cruces de Daimiel como Monumento Nacional.

“El primitivo y humilde templo sería de planta cuadrangular, con sencillos muros de  mampostería, tapiería y pilastras, arcos y portada de ladrillos, techumbre de madera y como adorno tiene óculos, imitando el arte bizantino igual que la puerta de entrada a la iglesia. Las sucesivas reformas e intervenciones sobre este “conjunto” borraron la mayor parte de los vestigios de la fábrica primera”.

En las últimas intervenciones con buen criterio han ido descubriendo la tapiería antigua de ladrillos del claustro y las fachadas exteriores que se encontraban enlucidas y blanqueadas

“La segunda ermita, más amplia que la primera, debió construirse en los últimos años del siglo XV y sus muros fueron de piedra, desapareciendo gran parte de la primitiva construcción, excepto el citado arco con vocación bizantina. Los vecinos de Torralba  tributaron también culto a la Virgen de las Cruces. En el diccionario Histórico-Geográfico se dice: “También el pueblo de Torralba, desde tiempos inmemoriales concurría con su justicia al Santuario de las Cruces en los días de fiesta principal, pero la devoción y el culto da a pleitos ruidosos, graves competencias y hasta colisiones sangrientas”.
“Para poner fin a estas disputas, construyeron los vecinos de Torralba su ermita propia, servida por su santero en los primeros años del siglo XVI, a los pies de la antigua ermita, comunicándose con ésta por el arco de medio punto que aún se percibe en la pared frontera”. Era esta otra iglesia, aún se conserva la única nave y el gusto bizantino con apoyo de sus bóvedas en columnas de piedra adosadas a la pared y estaba dedicada a Nuestra Señora de la Cabeza…”.

En las últimas intervenciones con buen criterio han ido descubriendo la tapiería antigua de ladrillos del claustro y las fachadas exteriores que se encontraban enlucidas y blanqueadas, así como el añadido de algún pórtico y otros elementos que han contribuido a mejorar el “conjunto monumental”.
Este Conjunto Histórico, en otro tiempo se encontraba en uno de los “medios  más humanizados”,  apenas unos kilómetros,   están los pies de las Tablas y una de las “Paradas de Molino”, Puente Navarro sobre el Río Guadiana más importantes, recientemente restaurada; todo ello, en el pórtico de la gran  Casa de la Dehesa de Zacatena. A pocos kilómetros, río abajo otra gran parada de molino, Flor de Rivera, actualmente en el “Catálogo Rojo” y, casi en las inmediaciones, el Conjunto Histórico más legendario de la comarca, “Calatrava la Vieja”  con el Conjunto-Santuario Ntra. Sra. de la Encarnación de Carrión de Calatrava. 

 Monumento Artístico Nacional (1981), las Virtudes de santa Cruz de Mudela.


El Conjunto arquitectónico de las Virtudes Ermita-plaza de toros fue declarado Monumento Artístico Nacional en 1981.
La catalogación del conjunto es mudéjar y su construcción data del XVI de estilo rural muy sencilla, sin embargo, posteriormente, se ha ido desarrollando en varias etapas como la Capilla Mayor y el Camarín del más puro estilo Barroco.
Capilla Mayor y el Camarín del más puro estilo Barroco.
 En 1642 en lo que era  el atrio se construyó la actual Plaza de toros. Fechada en 1645, la más antigua de España y anterior en un siglo a la también Barroca de Almadén. Se construyó de planta cuadrada en lo que era el atrio de la Ermita o el espacio libre de estacionamiento de carros y caballerías. Su hechura es de sillería clásica que combina a la perfección la madera de sus galerías altas con zapatas y balaustrada con la barrera de color almagre con el blanco de sus muros y las columnas de piedra de la fachada de la Ermita. Se entra por un arco de medio punto, protegido por pilastras adosadas a la pared con unas molduras y pequeña marquesina que la rematan. Todo construido en piedra y con una puerta de forja y una reja fija en el hueco del arco.
Está ornamentada con madera en los techos y en los soportales columnas toscanas de poca altura. La galería alta está formada por balaustrada y zapatas de madera en color almagre y el techado al estilo mudéjar con pendiente.
El Conjunto de las Virtudes en su entorno posee una extraordinaria  riqueza tanto el arte como en  “ medios naturales”, A unos kilómetros  se encuentra la mayor colección de Manierismo renacentista europeo en el Palacio del Marqués de Santa Cruz, en el mismo término el Castillo de Mudela, buque insignia de la caza de perdiz con tradición de caza para jefes de estado y la Familia Real, En la misma Encomienda de Mudela, uno de los Pueblos de Colonización, Villalba de Calatrava, paradigma de la arquitectura moderna con obras cerámicas de Mompó. En las inmediaciones las estribaciones de Sierra Morena con la singular Reserva del Parque del Despeñaperros y el Valle de los Perales.

El Conjunto Histórico de las Nieves de Almagro.


El conjunto de edificios del Santuario están dedicados  a la Patrona de Almagro. Se construyeron en torno a una antigua Ermita de Torrova que ya existía desde el siglo XIII. Las referencias documentales mencionan su pertenencia a un antiguo poblado desaparecido. El actual Santuarario Iglesia,  Dependencias residenciales y Plaza de toros fue construido en torno al 1637 y 1641 por los descendientes de Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz y Almirante de la Armada, quién prometió a la Virgen construirle un Santuario por salvarle en la Batalla de Lepanto.

Dependencias residenciales y Plaza de toros fue construido en torno al 1637 y 1641 por los descendientes de Álvaro de Bazán.
La Plaza de Toros tiene forma de polígono irregular de 12 lados. El Coso está adosado a la Iglesia en el lado del imafronte. La Plaza se consideraba parte del conjunto arquitectónico de la Iglesia. De hecho el acceso se hacía desde la iglesia cuya puerta está hoy  cegada. En la Guerra Civil fue arrasada, quemándose la estructura  de sus pies derechos del nivel superior y graderíos (según fotografía). Las columnas de piedra de la planta baja también se perdieron. En la actualidad está formada por un graderío en el que se conservan los restos de una parte de los soportales. Igual que la Plaza de Toros de las Virtudes, ésta también se cuenta entre los cosos más antiguos.
Igual que la Plaza de Toros de las Virtudes, ésta también se cuenta entre los cosos más antiguos.
Desde este  “remanso”  de quietud y bienestar, en las inmediaciones tenemos la capillita del “románico más meridional” en la Virgen del Monte, en Almagro  el “gran museo” del Renacimiento Plateresco, Purista y Manierista, con una amplia muestra del Barroco en varias de sus iglesias, además, está el Palacio de los Fúcares, el Corral de Comedias, la Plaza Mayor, etc. Un una vueltas por el Campo de Calatrava nos muestra  la mayor colección de Monumentos Naturales (1991)  a base de conos y lagunas volcánicas en sus cráteres, fenómeno en exclusiva de la comarca.

Conjunto de Ermita-cuartos-Plaza de Toros del Santuario de Villahermosa.

Ntra. Sra. Virgen de la Carrasca en Villahermosa la veneran como Patrona, Pero la devoción a la Virgen se extiende a otros pueblos del Campo de Montiel. La antigua Ermita y el Santuario,  al parecer, ubicada junto a un núcleo desaparecido, pasó al término de Villahermosa cuando se amplió su dominio en 1590 a costa de Alhambra y otras villas vecinas. El Conjunto Ermita, Cuartos anejos y Plaza de Toros se ha ido formando en distintas épocas. Sobre todo, en los siglos XVII y XVIII, hasta su configuración actual  en 1818 y aún se sigue ampliando y mejorando.
Las edificaciones y el coso vienen a ser como el atrio de la Ermita, situada en el fondo en el centro del ala norte.
El Conjunto está integrado en sus cuatro francos por una edificación de dos plantas entorno a un patio cuadrangular que se utiliza de Plaza de toros.  en la que en encontramos otras dependencias como enfermería, cocina, chiqueros, etc. En el ala sur, a la entrada, está la vivienda del Santero, Cuarto de toreros, cocinas y otras dependencias. Toda esta planta baja está rodeada por una galería de arcadas de medio punto con acceso desde el exterior por sus cuatro costados.
La planta está formada por otra galería con balconada a la que dan los cuartos en sus cuatro costados. Muchos de los cuartos, destinados a los peregrinos, se suelen subastar, salvo los delo capellán, el Ayuntamiento y la Hermandad. Todo este corredor alto se convierte en parcos durante los espectáculos taurinos. Se accede a las por varias escaleras y también a nivel del suelo por el lado Oeste. El conjunto del Santuario tiene entrada por sus cuatro lados. Por el norte a través de la Ermita y se habla que cada pueblo, Alhambra, Carrizosa  y Villahermosa, para evitar problemas, entraban con llave por su propia puerta.
No lejos de este emplazamiento está el Cortijo de “La Fuenlabrada”, modelo de arquitectura historicista con fuerte carácter romántico, Villanueva de los Infantes la mayor muestra del neoclásico y el barroco junto con la singular Plaza Mayor de San Carlos del Valle que está de camino. Muy cerca de este enclave, está el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, clave del Río Guadina.

El Conjunto Histórico de Almadén, Patrimonio Mundial de la UNESCO, 30-6-2012.


En este reconocimiento señala la UNESCO varios lugares  relacionados con su  historia mineral, el Castillo de Retamar, Edificios Religiosos, pozos tradicionales y el paradigma de su Plaza de Toros.
La Ciudad minera de Almadén presenta un destacado patrimonio arquitectónico Neoclásico  erigido a finales del siglo XVII y XVIII, auge debido a la gran proliferación que tuvo la minería de Almadén. Hoy el Comité de la UNESCO en su declaración dice de Almadén Patrimonio Mundial de la UNESCO  que: “ Reconoce su valor como las minas de mercurio más grandes del mundo y un ejemplo único de explotación de este metal a lo largo de3 los siglos”. Destaca, además,” que estas minas conservan un rico patrimonio material que refleja las diferentes etapas  de desarrollo científico aplicado para la extracción de este mineral”.

 Fue  construida expresamente para combinar  fiestas de toros y viviendas para los mineros.

Plaza de Toros de Almadén, Monumento Nacional histórico artístico en 1979.


 La parte exterior son casas o viviendas para mineros con la puerta grande .en consonancia  con el contexto de viviendas.
Construida en 1752 de forma hexagonal y con un diámetro de 43 metros, único edificio en el mundo en su género, Plaza de Toros-Viviendas. Fue  construida expresamente para combinar  fiestas de toros y viviendas para los mineros. La parte interior está rodeada por galerías, con su puerta grande  interior o tribuna en consonancia  con la funcionalidad de coso taurino, mientras que la parte exterior son casas o viviendas para mineros con la puerta grande .en consonancia  con el contexto de viviendas, aunque diferenciada de éstas. En una época en que la explotación de las minas de mercurio requería por orden de la corona una laboriosa intensidad, máxime  cuando los mineros Vivian  en pésimas condiciones.

Esta “Plaza Nueva” como en su día se la conoció fue a la vez “Centro Social”  y  “Centro de Ocio” durante siglos.
Su construcción a instancia de la Corona , corrió a cargo del Intendente de las minas con la intención de resolver el problema social de la vivienda para los mineros y fundar y sostener con el beneficio de los alquileres y las corridas de toros el Real Hospital de Mineros de San Rafael al que se dio comienzo en las mismas
Este carácter social y benéfico permitió la celebración de festejos sólo en Almadén cuando en el resto de España Fernando VI prohibió las corridas de toros el 11 de julio de 1754, según dictaba la Célula: “Visto de lo que usted ha presentado en carta de veinte ocho de maio último…la ancedidan general que el Rey tiene resuelta de fiesta de toros en todo el Reino de la que usted fue advertido por el Alcalde Mayor de Almagro, se ha servido su Magestad permitir que se hagan por solo este año las que usted tiene dispuestas…”.
Para entender y apreciar la extraordinaria arquitectura de esta Plaza de Toros, hay que bajar y observar la ingeniera minera.  La configuración, estructura y la infinidad de exquisitos detalles de la Plaza son un reflejo de cómo se realizaban las obras en las minas durante el siglo XVIII: bóvedas, cúpulas, arcos, entibaciones, etc.

En torno a la singular Plaza de Toros-hotel,  Almadén posee una gran colección de arquitectura neoclásica salida de los monarcas ilustrados Carlos III y IV, además del Cerco de los Buitrones  en donde está el corazón de la minería de todas las épocas y la posibilidad de hacer un recorrido por todas las tipologías mineras ubicadas aquí junto con el Museo de la minería. Los inigualables medios naturales lo componen la sierra de la umbría de Sierra Morena, el Valle de Alcudia y cruzándolo la inmensa meseta de los Pedroches, sede de los productos ibéricos…


Otros Conjuntos históricos  eclécticos y modernistas.


A finales del XIX y principios del XX con la aparición de nuevas funciones, o materiales modernos y la arquitectura de diseños eclécticos  a los centros históricos se les añade  nuevas edificaciones que se integran y compatibilizan con las anteriores existentes.  En esta época, predominan las construcciones públicas eclécticas que con el tiempo constituyen una realidad armónica y unitaria como el caso del Ayuntamientos historicistas en la plaza Mayor de Villanueva de los Infantes, Almodóvar del Campo o San Carlos del Valle y de corte modernista el Ayuntamiento de Campo de Criptana.

De corte modernista el Ayuntamiento de Campo de Criptana.
En el siglo XX, hay ejemplos muy respetuosos con la conservación del pasado y la capacidad que ha tenido la arquitectura de este siglo en la aportación a los centros históricos. Posiblemente, los centros históricos de Almagro, Infantes, San Carlos del Valle, etc. Constituyan un ejemplo paradigmático  para el resto del país por el respeto en la evolución de su configuración urbana  y las aportaciones constructivas realizadas en cada momento. La intervención habida en estos conjuntos históricos ha resultado ser una aportación  muy importante  para el conocimiento y conservación de estos conjuntos históricos declarados por el ministerio de Cultura. Y, sobre todo, se han levantado conjuntos de nueva plata  que son emblemas de nuevas arquitecturas y demandas como el “Campus Universitario” de  Ciudad Real.
El Campus Universitario de Ciudad Real.
La Universidad de Castilla-La mancha es una de las últimas universidades nacidas dentro del ámbito de la ley de Reforma Universitaria con el impulso de la Comunidad Autónoma y supone, con su creación, la necesidad de establecer una nueva estructura construida  que permita el desarrollo de la actividad docente e investigadora. Se ha levantado una nueva universidad en cuatro campus diferentes: Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real en algo más de quince años. Todo  un reto desde la perspectiva de la arquitectura,  el urbanismo y el modelo académico.
El Campus Universitario de Ciudad Real,todo  un reto desde la perspectiva de la arquitectura,  el urbanismo y el modelo académico.
En el entono del Campus Universitario, están los edificios anteriores a su creación: Escuela Universitaria de Magisterio, Escuela de Ingenieros técnicos agrícolas, Zonas Deportivas Universitarias y el Rectorado en el Antiguo Cuartel de Artillería. En el 1990, comenzó la construcción de los primeros edificios, se sitúan  en la Avda. De los Descubrimientos y Camilo José Cela, el conjunto de nueva planta tiene forma triangular y cuya ordenación  corrió a cargo del arquitecto, Antonio Fernández de Alba, el Campus queda al borde de la ciudad, pero céntrico.
El Campus se ordena en torno a un gran eje longitudinal norte- sur que sirve de soporte y nexo de unión de los distintos edificios contenidos en el Campus. En primer lugar está la Facultad de Ciencias Jurídicas, Empresariales y Graduados Sociales, el Centro de Alta Instrumentación Científica, Análisis y tecnología  (CICAT), a Partir de la Facultad de Químicas, se abren dos ramas lineales: Los edificios del Aulario General, la Biblioteca y Servicios Generales; cerrando el conjunto, el edificio de la Facultad de Humanidades y el Complejo de la Politécnica.

La arquitectura de los edificios Universitarios.

El edificio del Centro de Estudios Jurídicos Empresariales lo proyectó José César Rivero, simula un cubo girado, conteniendo el Aula Magna, respecto a otra edificación en forma de “U” que contiene despachos y aulas menores.
El edificio del CICAT  fue proyectado por Antonio Fernández de Alba, la configuración está basada un cuerpo triangulado al que se ha anexionado otro de planta cuadrada unido por otro pequeño cuerpo cuadrado. En el exterior está utilizado de forma profusa el ladrillo, rememorando la tradición mudéjar.
El edificio de la Facultad de Químicas, el Aulario General, la Biblioteca y la Interdepartamental de Humanidades forman una cierta unidad por el uso del hormigón en sus fachadas exteriores.
En la otra margen de la Calle Camilo José Cela, se ubica el Laboratorio Polivalente, proyectado por los arquitectos Antonia Segura y José Antonio Sánchez Camacho, consiste en una edificación lineal de ladrillo visto con un gran cilindro central que funciona como intercambiador. Juega con volúmenes geométricos muy contundentes: El cilindro central y los perfiles agudos de las esquinan generan una arquitectura de calidad.
Lo último construido, a partir del 2000 en unos terrenos junto al Rectorado, ha sido la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales con proyecto de Diego Peris Sánchez. En otro lateral de los terrenos citados,  la Institución de Recursos Cinegéticos.
Forman parte del Campus de Ciudad Real algunas ramas ubicadas en Puertollano y Almadén,  en el 2000, se llevo a cabo una rehabilitación exhaustiva de la Escuela Universitaria politécnica de Almadén.

Lo último construido, a partir del 2000 en unos terrenos junto al Rectorado, ha sido la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales con proyecto de Diego Peris Sánchez.
 En la actualidad el Campus de Ciudad Real, comprende unos 140.000 m. cuadrados: cuyo desglose corresponde a 26.127 m. cuadrados de edificios antiguos reutilizados, de nueva planta se construyeron 29.702 m. cuadrados entre 1990-1995 y entre el 1995-1999, se construyeron otros 34.907 m. cuadrados. A partir del 2000, en otros 50.000 m. cuadrados, situados junto al Rectorado,  en uno de los laterales, se construyeron la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, mientras en otro lateral, se edificó la Institución de Recursos Cinegéticos.

Intervenciones en Conjuntos Históricos.


Se han aprovechado diversos programa y a los más de 5.000 Millones de pesetas en los últimos años, hay que sumar la propia intervención de los Ayuntamientos, los acuerdos firmados con el MOPU para la rehabilitación de antiguos teatros, acuerdos con el Ministerio de Cultura para la dotación técnica y, además, con el INEM.
Este amplio  plan configurado desde distintas administraciones  para dotar a la mayor parte de los municipios de unos espacios apropiados  y suficientes, capaces de albergar cualquier manifestación cultural de interés (  sean cuales sean sus necesidades técnicas) y convertirse en foco continuado e ineludible en el desarrollo cultural de cada ciudad o cada pueblo.
14 antiguos teatros rehabilitados : espacios a la italiana del siglo XIX como los de Almadóvar,Quijano de Ciudad real, el de Almagro, Tomelloso, Alcázar de San Juan,  Teatro Ayala de Daimiel, Manzanares,  Taatro de Puertollano, etc.
Todo ello ha tenido un amplio resultado: Cerca de 500 espacios ( Hay casas de cultura en todos los municipios superiores a 1000 habitantes), 14 antiguos teatros rehabilitados : espacios a la italiana del siglo XIX como los de Almadóvar,Quijano de Ciudad real, el de Almagro, Tomelloso, Alcázar de San Juan,  Teatro Ayala de Daimiel, Manzanares,  Taatro de Puertollano, etc. Desde la creación de la Comunidad Autónoma en 1983,  además, se ha creado grandes espacios de nueva planta con capacidad para más espectadores  y dotaciones técnicas de primera línea: Los auditorios de Puertollano y Valdepeñas.

La Zonas Pantanosas de Daimiel.

 Se ha rehabilitado e intervenido en numerosos conjuntos históricos, algunos de éstos son  los molinos hidráulicos del Río Guadiana, etc. Las aguas del Río Guadiana que nacian en los “Ojos” se concentraban en una corriente abundante, de cauce profundo, que avanzaba entre los carrizales. A los 4  Kms. En la angostura de Zuacorta donde lo cruza la carretera de Daimiel a Villarubía de los Ojos, había siempre un Molino y lo último una modesta central eléctrica.
A partir de Zuacorta, ya tenía una anchura superior a los diez metros, siempre el cauce estaba formado de toba caliza y la vegetación  pantanosa se extendía por ambos márgenes. En algunos tramos, la formación “travertínica”, cortaba en parte la corriente y  en tales lugares se aprovechaban para hacer  los asientos de  presas rústicas  en las que se ubicaban las paradas de los molinos harineros, algunos restaurados y otros desaparecidos o en el “catálogo Rojo”: Zuacorta,La Máquina, el Nuevo, Griñon,Molimocho, Puente Navarro, Flor de Rivera, etc.

Antes de la llegada a las Tablas, nos encontramos el Molino de Molimocho,  restaurado para poder ser visitado.
Antes de la llegada a las Tablas, nos encontramos el Molino de Molimocho,  restaurado para poder ser visitado. También a los pies de las Tablas, junto a la Carretera de Daimiel a Malagón  está el molino de Puente Navarro, también restaurado y aún conserva dependencias propias del Molino. El Molino de Flor de Rivera, junto a la Carretera de Torralba a Malagón, hasta hace algunos años estaba en buen estado sus dependencias originales, ya que fue el último en uso hasta los años 1970.

Entre las paradas de los molinos estaban las casas de los pescadores, hoy en el "catálogo rojo".

La memoria histórica y los valores artísticos han tenido también su “catálogo  rojo”,  sobre todo, a finales del siglo XVIII con las crisis bélicas y sociales  vino la destrucción de gran parte del legado histórico: Desamortización, exclaustración  y estériles demoliciones. En épocas más recientes, la vorágine urbanística se ha llevado por delante otra gran parte del patrimonio e, incluso, en muchas ciudades ha desaparecido nuestro pasado más reciente.
Tuvo que llegar el “ideal romántico”, identificado con el culto colectivo por algunos testimonios históricos-artísticos  más importantes de la cultura nacional: iglesias, monasterios y castillos  eran imágenes artísticas que más valoraron.
En el siglo XX se regla la situación  con la aparición de la Ley del Patrimonio de la Segunda República -1934-, normativa vigente hasta la promulgación de la de 1984. En el mismo sentido, el Consejo de Europa y la UNESCO han elaborado nuevos pensamientos  para los centros históricos: “El carácter inseparable de la conservación del patrimonio y la gestión urbana, así como considerar conjuntamente  la totalidad de los bienes inmuebles  que constituyen el legado histórico y su salvaguarda”.
La tipología arquitectónica de los conjuntos históricos calatraveños configura un patrimonio único en el contexto de Europa gracias al incalculable tesoro histórico-artístico que conservan.

La tipología arquitectónica de los conjuntos históricos calatraveños configura un patrimonio único en el contexto de Europa gracias al incalculable tesoro histórico-artístico que conservan.
 
Nogalera.
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