Humedales del Campo de Calatrava

                             

Anátidas migratorias de los humedales

Esta comarca cuenta con grandes medios naturales de extraordinaria belleza, por su interés paisajístico y su biodiversidad de flora y fauna. Por singularidad y riqueza natural cuentan con diversas  categorías  de protección. Estos medios surgieron a finales de la Era terciaría y durante el Cuaternario, están asociados a distintos procesos geológicos e, incluso a la acción  del hombre, como son los embalses.       

En el caso de las lagunas volcánicas, se cuentan como las más originales, las erupciones freatomagmáticas, han dado lugar a estos peculiares medios naturales. Otro espacio, Las Tablas de Daimiel, han tenido su origen en el rebosadero natural del acuífero 23 y en el desbordamiento de los ríos Guadiana y Záncara-cigüela,  un peculiar habita cuyas aguas son mezcla de dulces, aportadas  por el acuífero 23 y el Guadiana y salobres por el Záncara-gigüela, geológicamente se asienta sobre margas y calizas del plioceno inferior. Al bajar los niveles hídricos, en la última década con mayor frecuencia se repiten hundimientos del terreno  (similar a las “torcas” conquenses), causados por procesos Kársticos o disolución de la caliza.

               

                                                              Las Tablas de Daimiel

La construcción de embalses, por la acción del hombre, ha supuesto el almacenamiento de grandes cantidades de agua. Estos humedales en unos medios tan áridos también albergan una rica e interesante avifauna. La comarca calatraveña cuenta con el pantano de Gasset, el Vicario y la vega del Jabalón.

  Los  humedales  del Campo  de Calatrava,  de  una  naturaleza u otra, dulcifican su aridez y constituyen verdaderos oasis en éste,  “saharelli” Calatraveño. En esta comarca de fuerte contrastes, merece la pena perderse y  percibir en estado puro los contrarios: la aridez de una buena parte del territorio y la bonanza de otra parte con estos humedales y los regadíos.

Los generosos recursos de estos medios palustres

Desde los albores de esta comarca, la riqueza de estos medios lagunares han sido un paraíso cinegético, antaño para completar la alimentación y, hoy como mera actividad deportiva. Sobre todo antes, la zona era un inmenso territorio palustre, una extensión encharcada que ha ofrecido,  especialmente a los lugareños, generosos recursos. Siempre ha habido algún aprovechamiento, algo que cosechar. 

                

                                                       El agua siempre presente por medio de carachas

 Las lagunas, sobre todo, las hidromagmáticas son depresiones cerradas en forma circulares o elípticas, popularmente llamadas hoyas, navas o navazos. Según pluviometría y estaciones se cubren de distintos grosores de agua. Afloran en estas lagunas desde la broza  a la pesca, desde la sanguijuela a la caza. Algunos recuerdan que en la Guerra Civil, cuando los alistamientos dejaron la comarca vacía de hombres, las mujeres lograron sacar adelante a su prole gracias a los peces, a los patos, a los cangrejos, a las eneas, mimbres, etc. Había trabajo, mucho trabajo que hacer en aquello marjales tan abundantes, que por más que se cosechase, los recursos parecían multiplicarse.

         Flora y fauna  de los humedales calatraveño

La abundante flora de estas lagunas

En la madre del Guadiana, a su paso por esta comarca, abundaban los nenúfares, aquí llamados cobertores, que desaparecieron con las obras del drenaje del cauce. Ligados tan también al medio acuático, se cuentran, además, los juncos, los lirios,  la castañuela, el bayunco, la enea, el mimbre, etc. Cuanto a las especies alboreas, el taray que ha monopolizado estos espacios, en detrimento  del chopo, el álamo blanco, los sauces, etc.

La especie alborea el taray ha colonizado estos espacios

En estos ámbitos es importantísimo el contingente de la fauna, particularmente las aves acuáticas. La fauna piscícola no ha permanecido al margen del capítulo de las desecaciones. De inmediato se redujeron visiblemente las poblaciones de carpas, barbos, gambusinas, el lucio, etc. Igual suerte ha corrido la vida anfibia cuyas especies el sapo común y el corredor, la rana común y la de San Antonio, así como los gallipatos, tritones y salamandras. Entre los reptiles se dan diversas especies, como los galápagos leprosos y el europeo, tan frecuentes en varias dietas de viejos pescadores, varias culebras como la ciega, la del collar, la viperina, la de  escalera y la bastarda, así como el lagarto encelado. La abundancia de fauna  acuática permitía una mayor presencia de especies mamíferas como nutria, rata de agua, etc. Ya en terreno firme y en torno a estos medios, prospera el jabalí, el zorro, el turón, la comadreja, etc.

                  

                                                         Antigüos arrozales de las riveras de Guadiana 

 Al principio del otoño, bandadas de aves migratorias se     recortan contra el cielo y muchas de ellas, como la aguja culinegra, las agachadizas, las grullas y los ánsares utilizan  estos medios naturales como descanso. El porrón común que prefiere aguas profundas, los rabudos silbones y el pato cuchara. Todos ellos gustan de charcas como éstas abiertas y enlodadas. El cuadro de aves invernantes se completa con las especies sedentarias por antonomasia en estos humedales. El ánade real y pato colorado el primero muy acomodaticio abunda por todas partes y el colorado muy versátil y de carácter bastante desconfiado.  Con la llegada de primavera, se asiste por un lado a la marcha de las aves de invierno y por otro al regreso de las modificantes. Estos medios se convierten en una inmensa incubadora que permite sacar adelante tanto a las nidadas de anátidas estables como a las otras aves migratorias también acuáticas: Las garzas imperiales, joya ornitológica de estos rincones; la focha, torpes en el vuelo y muy hábiles en el agua, los somormujas  y los zampullines, muy buenos buceadores; las esbeltas cigüeñuelas y los archibebes, etc.

                           

                                                              Abundante producción de eneas y masiega

Todos ellos estrechamente vigilados por  el aguilucho lagunero, muy peligroso para los nidales de huevos  y los pollos de focha y para los patos heridos o muertos, clásico predador de las aguas anegadizas.  

 La singularidad de estos espacios se debe a la avifauna, estos humedales son los lugares de tránsito, reposo, nidificación o invernada  de toda suerte de aves  acuáticas convirtiendo los humedales calatraveños en un verdadero paraíso ornitológico.

Tipo de humedal			Características		Los más representativos
Lagunas-cráters o			Los  cráter de volcanes explosivos que se dieron al final de la era terciaria y cuaternaria en el Campo de Calatrava.		Sector oriental del río tirteafuera: Laguna Blanca y Laguna de Cañada
					Sierra de Perabad: Lagunas de Caracuel, Doña Elvira, los Morales  y algunas del centro de la cuenca: Cuchara, Almeros, Saladilla y el Charco de la Lana
					Por el recorrido del río tirteafuera se sitúan gran numero de lagunas: Michos, La Carrizosa y Perdigueras
					En el Macizo de Calatrava: Las Lagunas Lomillos, Acebuche y otras Cervera , Carboneras, los Cuartos con menor encharcamiento.
					En el sector norte de Argamasilla: Caracuel, Cañada, Perabad  y Doña Elvira. Y al sur la Laguna de Almodóvar cuyo cono da lugar al Cerro de los Molinos.
					Al pie de monte de la sierra de Malangón: Las Lagunas Nava grande, Nava Mediana y Nava Chica.
					En la Cuenca de Argamasilla de Calatrava: Laguna Blanca y Cabeza Parda.
Las Tablas de Daimiel	Rebosadero del Acuífero 24 y desbordamiento de los ríos Guadiana y Záncara-Cigüela.			Tablas de Daimiel y el Guadiana en su entorno más próximo a éstas.
Humedales artificiales		Embalses artificiales que suelen comportarse como un lago dinámico.				Embalse Gasset, El Vicario y la Presa de la vega del Jabalón
Lagunas endorreicas		Desagües  en zonas deprimidas				En Daimiel: Nava seca, Escoplillo y la Albuhera.

                                                                            Nogalera