Desde el Cerro Rubio en Fuente el Fresno se observan los encharcamientos y las Tablas al fondo por la extrema horizontalidad. Lo más singular de Calatrava y su entorno son los humedales de todo tipo provocados por la planitud del relieve.
Conjunto lagunar de la mancha arriba, Campo de Montiel y Campo de calatrava abajo izquierda.
En cuanto a la red fluvial, el origen del Guadiana en la actualidad la tendencia predominante es hablar de “cabecera de cuatro ríos”: Záncara, Cigüela Alto, Guadiana y Azuer (Martín Gil y otros 1989).No obstante, la cuenca alta del Guadiana está muy relacionada con los acuíferos tanto el sistema 24, surtidor y responsable de las Lagunas de Ruidera como el sistema 23 de cuyos afloramientos son los Ojos del Guadiana y Las Tablas de Daimiel. Por lo tanto estos Acuíferos en unos tramos drenan los ríos en su cuenca alta como Campo de Montiel y la Mancha. Así pues, en aquellos tramos en que las cuencas del Guadiana y el Azuer quedan por encima del nivel freático las cuencas se infiltran a los acuíferos por el contrario donde la superficie freática corta a la topografía se producen manantiales como los Ojos del Guadiana o encharcamiento como el caso de las Tablas de Daimiel que son el rebosadero del Acuífero sistema 23, entre otras causas. Otros afluentes del Guadiana por la margen izquierda son el Río Jabalón con origen en Campo de Montiel y el Tirteafuera con cabecera en la Sierra de Calatrava. Por la derecha, el Río Bullaque que recoge los derrames de los montes de Toledo.
Las lagunas, charcas, charcón, nava, torca, poza, salobral, soto, tabla, etc. son términos referidos a la presencia de humedales.
En la mayor parte de los humedales la capa freática está a nivel o muy cerca de la superficie, esto conlleva gran diversidad de ambientes y de tipos de encharcamientos temporales o permanentes. Esta circunstancia genera la presencia de unas determinadas especies vegetales: hidrófilas las que crecen en aguas y áreas permanentemente inundadas e higrófilas las que crecen en régimen temporal de encharcamiento.
Los factores que
explican la abundancia y diversidad de humedales en el ámbito de la Mancha, es debido a la poca pendiente del relieve y
por tanto el carácter endorreico de gran parte del territorio donde las aguas
se acumulan en depresiones o en cubetas. Dentro de ello hay distintas génesis: “La Chica” y la “Grande” de Villafranca de los Caballeros son fluviales; de origen
kársticas como Nava Honda, Pozo Airón o la Celadillas condicionadas por estructuras sinclinales como Retamar o La Vega; de origen Hidroeólico como Cerro Mesado, etc.
Por último, la singularidad del humedal
de Las Tablas de Daimiel originadas por el afloramiento de las aguas del
Acuífero 23 y la confluencia de los Ríos Záncara-Cigüela y Guadiana-Azuer.
Estos humedales cuentan, además, con numerosísimas lagunas de diversa
naturaleza, en la Mancha “endorreicas”
como Las de Pedro Muñoz, Villafranca-Quero y Alcázar de San Juan.
Mientras que el Campo de Calatrava coinciden con conos
o macizos volcánicos como la de Cerbera, acebuche, Cañada de Calatrava, Caracuel,
Moral de Calatrava, Pozuelo, etc.
Los Humedales del Campo de Montiel están dispersos por la altiplanicie
labrada sobre una serie de calizas, dolomías y carniolas mesozoicas por todos
esos materiales por donde el Alto Guadiana discurre formando las famosas
Lagunas de Ruidera. Se trata de 15 lagunas
que se disponen escaladamente a lo largo del Alto Guadiana formando uno
de los enclaves más importantes de Europa por lo maque se refiere a la
sedimentación de carbonatos fluviales.
Los Humedales de Campo
de Montiel con las Lagunas de Ruidera,Los Humedales Manchegos, sobre
todo, con el espacio, Las Tablas de
Daimiel, tienen su origen en el
rebosadero natural del acuífero sistema
23 y 24, además, del desbordamiento de los ríos Guadiana y
Záncara-Cigüela, un peculiar habita
o medio de aguas dulces, aportadas por
el acuífero 23 y el Guadiana y salobres por el Záncara-gigüela, geológicamente
se asienta sobre margas y calizas del plioceno inferior. Al bajar los niveles
hídricos, en la última década con mayor frecuencia se repiten hundimientos del
terreno (similar a las “torvas”
conquenses), causados por procesos Kársticos o disolución de la caliza.
A los humedales se añade también la construcción de embalses, por la acción del hombre, ha supuesto el
almacenamiento de grandes cantidades de agua. A pesar , del escaso caudal, la
irregularidad y la débil pendiente de estos ríos de la Cuenca del Guadiana hace difícil su regulación, por esto en este colector fluvial
sólo pueden destacarse cuatro embalses en la provincia de Ciudad Real: Gasset, Peñarroya, Abraham y El Vicario, Embalse de la Vega del
Jabalón, El Pantano de Villahermoso sobre el Azuer, etc.
Complejo Lagunar
Manchego.
La Noria, Los humedales de una naturaleza u otra, dulcifican su aridez y constituyen verdaderos oasis en este ámbito, muchas veces, “saharelli” interior.
La Manxa (Tierra sin Agua), Así llamaron los musulmanes a la llanura más extensa de la Península Ibérica. Con los medios de hoy y a vista de pájaro, la Mancha no es tan seca como su nombre nos indica. Los humedales de una naturaleza u otra, dulcifican su aridez y constituyen verdaderos oasis en este ámbito, muchas veces, “saharelli” interior. En esta comarca de fuerte contrastes, merece la pena perderse y percibir en estado puro los contrarios: la aridez de una buena parte del territorio y la bonanza de otra parte con estos humedales y los regadíos
En general los “humedales de estas comarcas” constituyen
medios naturales de extraordinaria belleza, por su interés paisajístico
y su biodiversidad de flora y fauna. Por singularidad y riqueza natural cuentan
con diversas categorías de protección. Estos medios surgieron a
finales de la Era terciaría y durante el Cuaternario, están asociados a
distintos procesos geológicos e, incluso a la acción del hombre, como son los embalses.
Las Lagunas situadas al NE del
Territorio Mancha, de gran valor ecológico con una amplia gama de flora y
fauna. Este rico ecosistema presenta una génesis variada y se abastece de agua por “escorrentía superficial”, “precipitaciones” y , a la vez,
por “descargas de los acuíferos”. El
Complejo Lagunar de Pedro Muñoz y las Mesas” debe su existencia a “Pliegues
Sinclinales” de esta tipología son La Laguna de la Vega y la Laguna del Pueblo; por depresiones kársticas son la
Laguna de Alcahozo y la Laguna de Manjavacas.
El complejo lagunar de Quero, Villafranca de los Caballeros y
Alcázar de San Juan se deben a hundimientos
kársticos, el caso de la Laguna Salicor y otras como las Laguna de las Yeguas obedecen a antiguos cauces. Todas las
lagunas de este complejo son de aguas estacionales con una flora de tipo
higrófila lo que conlleva una fauna temporal: al principio del verano el vaso
lagunar queda cubierto de costras salinas que convierte las lagunas en un
“medio hostil” que es abandonado por la fauna invernante y nidificarte
hasta las precipitaciones otoñales.
Parque Nacional Tablas
de Daimiel.
Creado el 28 de junio de 1973 con una superficie de 1812 hectáreas está ubicado aguas arriba de la confluencia de los ríos Guadiana y Ciguela.
“El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel está ubicado en el centro
del cuadrilátero formado por Daimiel y Villarrubía de los Ojos (lugares
famosos, entre otros motivos, por la calidad de sus vinos) en la provincia de
Ciudad Real. Creado el 28 de junio de
1973 con una superficie de 1812 hectáreas está ubicado aguas arriba de la confluencia de los ríos
Guadiana y Ciguela, en la actualidad canalizados por los trabajos de
desecación que se llevaron a cabo en la zona en los años 1968 al 1971”.
Las Tablas son un enclave de gran importancia ya que es un
singular ejemplo del “Paisaje Asociado a
las Tablas Fluviales”, propio y esencial del escaso desnivel del relieve
manchego. Esta singularidad se ha
traducido en el reconocimiento de este espacio con la máxima figura de protección
a nivel estatal –Parque Nacional-, importancia que también ha sido
reconocida a nivel internacional -Z.E.P.A., Reserva de la Biosfera
(junto a otros humedales manchegos) y más recientemente, L.I.C. “Cualquier
época es buena para recorrer las Tablas. El visitante siempre encontrará
motivos para recrearse en estas soledades de la Mancha. La fauna siempre
presente en mayor o menor grado, servirá de deleite para el observador. La
época más idónea es la comprendida entre los meses de abril junio, que es cuando se ven con facilidad
polladas de patos colorados y abundancia de peces”.
“En el mes de septiembre comienzan a iniciarse las grandes
juntas de los ánades reales, con multitud de inquietos individuos sobrevolando
los marjales. En los meses de diciembre a febrero hay gran variedad de
especies, principalmente cercetas, paletos, porrones, etc., muy repartidos por
todos los rincones del parque”.
“La visita al Parque Nacional se realiza peatonalmente a través de tres itinerarios que hemos señalado y que están concebidos para apreciar la serie de valores que encierran Las Tablas. En determinadas épocas es importante ir provistos de ropa de abrigo y botas de agua y se recomienda llevar prismáticos y cámara.
Superficie y Estatuto legal.
En el Término Municipal de Daimiel tiene 1.582 has. Y en el
Término Municipal de Villarrubia de los Ojos346 hectáreas. Además la Zona de
protección cuenta con 5.410 hectáreas.
La administración del Parque Nacional corresponde al ICONA, a
través de su Servicio de Parques y Reservas, dependiendo de la S ubdirección
General de Recursos Naturales Renovables.
Las zonas y tierras encharcadas que constituyen el Parque de
Daimiel están clasificadas como Parque Nacional de acuerdo con la Ley 25/1980,
de 3 de mayo, sobre reclasificación del Parque Nacional, con una Reserva
Integral de aves acuáticas en su interior.
Por su
situación geográfica en el centro mismo de la Mancha, su espectacular contraste
con la llanura inmensa y reseca que la circunda y la riqueza de su fauna y
flora palustre, hacen de esta zona húmeda de Daimiel un muy justificado Parque
Nacional.
“Las Tablas de Daimiel no tienen la extensión de las Marismas
del Guadalquivir (unas 250.000 hectáreas) ni se acerca siquiera a loa extensión
del Delta del Ebro ( 64.000 hectáreas), o
a la Albufera de Valencia con sólo 10.000 hectáreas. Pero su situación
geográfica en el centro mismo de la Mancha, su espectacular contraste con la
llanura inmensa y reseca que la circunda y la riqueza de su fauna y flora
palustre, hacen de esta zona húmeda de Daimiel un muy justificado Parque
Nacional para la conservación de las especies propias de la fauna española y para refugio de
aquellas llegadas de los más apartados rincones europeos que servirán para el
deleite del visitante que se acerque a este Parque Nacional”.
Elementos naturales que se pueden contemplar.
Consiste en
diversas depresiones circulares u “oídos” en cuyo seno hay surgencias naturales del Acuífero Sistema 23 y cuyos
manantiales dan origen al Río Guadiana.
En estas surgencias empieza el Río Guadiana: Las eran tan limpias que reflejaba las figuras y tan serenas que no las desdibujaba.
En su geomorfología hay que destacar “Los Ojos Y el nacimiento del
Guadiana”, Consiste en
diversas depresiones circulares u “oídos” en cuyo seno hay surgencias naturales del Acuífero Sistema 23 y cuyos
manantiales dan origen al Río Guadiana. Los ”Ojos” no son más que potentes resurgencias
debidas a al afloramientos de las aguas subterráneas a la superficie
topográfica. Entre la tupida vegetación palustre
–carrizos, juncos, eneas, masiegas- aparecen grandes charcos, en cuyos fondos
brotan abundantes caudales. Visibles, se contaban hasta catorce de estos manantiales: el más
accesible por estar situado junto al borde de la caliza tobáceas que rodean a la zona pantanosa, es
el denominado “Ojo de Mari López” que
tenía 22x18 metros, a la izquierda de la En estecarretera de Daimi-Lápice.
En sus suaves borbotones se mercián las gambusias y los cachuelos y hacia Villarrubia se hallaban los “Ojos del Ciego” y el “Estanque
de la Señora” y luego hacia el S- y el W., otros como los del “Sordico”, el del “Rincón”, y el del
“Pico”, el de la “Peñuela”, más
próximos a la Ciudad de Daimiel a unos 7kms.
Las Zonas Pantanosas de Daimiel, Elementos naturales de su geomorfología.
En algunos tramos, la formación “travertínica”,
cortaba en parte la corriente y en tales
lugares se aprovechaban para hacer los
asientos de presas rústicas en las que se ubicaban las paradas de los
molinos harineros como éste de Puentenavarro tras el cual está el molino.
Se ha rehabilitado e intervenido en numerosos conjuntos
históricos, algunos de éstos son los
molinos hidráulicos del Río Guadiana, etc. Las aguas del Río Guadiana que
nacian en los “Ojos” se concentraban en una corriente abundante, de cauce
profundo, que avanzaba entre los carrizales. A los 4 Kms. En la angostura de Zuacorta donde lo
cruza la carretera de Daimiel a Villarubía de los Ojos, había siempre un Molino
y lo último una modesta central eléctrica.
A partir de Zuacorta, ya tenía una anchura superior a los
diez metros, siempre el cauce estaba formado de toba caliza y la
vegetación pantanosa se extendía por
ambos márgenes. En algunos tramos, la formación “travertínica”, cortaba en
parte la corriente y en tales lugares se
aprovechaban para hacer los asientos
de presas rústicas en las que se ubicaban las paradas de los
molinos harineros, algunos restaurados y otros desaparecidos o en el “catálogo
Rojo”: Zuacorta,La Máquina, el Nuevo, Griñon,Molimocho, Puente Navarro, Flor de
Rivera, etc.
Antes de la llegada a las Tablas, nos encontramos el Molino
de Molimocho, restaurado para poder ser
visitado. También a los pies de las Tablas, junto a la Carretera de Daimiel a
Malagón está el molino de Puente
Navarro, también restaurado y aún conserva dependencias propias del Molino. El
Molino de Flor de Rivera, junto a la Carretera de Torralba a Malagón, hasta
hace algunos años estaba en buen estado sus dependencias originales, ya que fue
el último en uso hasta los años 1970.
Otro elemento natural de las Tablas, el enigma del nacimiento del Río Guadiana.
Regel, “nos
dice que los romanos le dieron el nombre de “Anas”=pato, porque al igual que
éste se zambulle en el agua y vuelve a salir, así el río se hunde en la
tierra y reaparece mas allá”
Lo que resuelve el enigma del nacimiento del Río Guadiana es
que carece de cabecera montañosa y tiene en su lugar en una amplia cuenca,
plana y casi horizontal sobre un “poderoso aparato acuífero 23 subnterráneo”
cuyos “Ojos” son rebosaderos que dan lugar al nacimiento del Guadiana y a la
formación de las Tablas.
El Guadiana, su mismo nombre ha sido objeto de discusiones, el prefijo Guad=Wad=Rio, es
árabe; el vocablo “Annas” que le sigue ha tenido distintas interpretaciones,
entre otras Fr. Regel, “nos dice que los
romanos le dieron el nombre de “Anas”=pato, porque al igual que éste se
zambulle en el agua y vuelve a salir, así el río se hunde en la tierra y reaparece mas allá” (Las aguas que no
circulan en superficie, debido al sustrato permeable, se
filtran y recargan el acuífero 23 y éste de considerable importancia drena una
vasta superficie de más de 5000 kms. cuadrados y allí donde su nivel freático
corta la topografía aflora a la superficie
en forma ojos o manantiales dando lugar al nacimiento el Río Guadiana y
a las Tabnlas).
“se puede afirmar que las aguas resurgentes
en los potentes manantiales
de “Ls Ojos” son el desaguadero natural de una parte de las infiltradas por el Guadiana Alto, a las
que se unen las que después de las lluvias se van infiltrando en todo el llano
manchego, ya que el resto es probable que siga otras direcciones”.
“Queda así resuelto el
enigma y recogido en esta conclusión el problema planteado. Porque, en resumen,
lo que da carácter específico al Río Guadiana y a su entorno es que carecen de cabecera montañosa y tiene,
en su lugar, una amplia cuenca, plana y casi horizontal, a manera de gran
receptor , del que sale para encajarse poco antes de la curva que describe en
torno a Ciudad Real”.
Más elementos naturales, la confluencia de ríos.
Al N.W. del término de Daimiel se encuentra un
extenso paraje fluvial, la confluencia de los ríos Záncara-Cigüela con el Guadiana y el
Azuer, poblado de masiega, eneas o aneas y variadas plantas acuáticas, conocido
con el nombre de las “Tablas”.
El topónimo de las “Tablas”
no es caprichoso, sino debido a las tablas del Río que forman las aguas del Cigüela en su curso final , sin que se
note la corriente en las inmediaciones
de la confluencia , y las que por la
escasez de pendiente, se producen asimismo en tramo receptor del Guadiana.
Muchos designan a este paraje con el nombre de las “Islas” porque, de mayor a
menor extensión, forman un rosario y se
conocen con los nombres de Algeciras, Asnos, Tanás, Pan, Descanso, Taray,
Martinete, Maturro, Yeguas, Zarca, Morenillo y Rasa.
Cuando llega el verano y desciende el nivel de las aguas, van
emergiendo aquí y allí algunas de las tierras sumergidas y el
panorama de las islas se torna en otro
paisaje totalmente distinto por lo que algunos designan al “paraje de
las Tablas” como “las Lagunas de
Daimiel”.
Las mayores “Islas” son las de “Algeciras”y del “Pan”, ésta
tiene una longitud de 8OO metyros y una
anchura de 400 ms. La única vegetación arbustiva de las islas está constituida por tarayes, una de ellas se
llama “Del Taray” y la vegetación
herbácea es un prado muy fino para caballos y mulas y, siempre hubo en “las
islas” bastante ganado mular y caballar
que pasaba a nado de unas a otras. La del “Descanso” le viene el
nombre porque se hacía la escala de la
“travesía”. En la Isla de los “Asnos”, por estar más distante de las otras y de
las orillas , no había más ganado que el conducido en barca. La longitud de las
Tablas es de 6 kilómetros y la anchura
de la ribera se aproxima a los 2 kms.
En atención a la calidad de los suelos y las aguas dulces o
salobres, el paraje se podría ordenar en “Las Tablas” y “Las Cañas”. En base a
esta distinción argumentaron el proyecto de su desecación en el 1968-71, así
“Las Cañas” eran muy aconsejable desecarlas por su elevado índice de
fertilidad, carencia se salinidad y posibilidad de riego con aguas del propio
Río Guadiana, por el contrario “Las Tablas” de naturaleza salobre, “no tenían otro aprovechamiento – según
proyecto de ellos- que el de un posible coto de aves acuáticas”. “Todo el complejo sistema de replazas o
tablas de agua, trochas y malezas, con sus abrigos y cobijos, en el tortuoso
paraje de mil laberintos, es el auténtico
paraíso de los patos y otras muchas aves ribereñas”.
La geomorfología tenía también numerosas
lagunas del término de Daimiel y en la Mancha.
Daimiel tenía
en su término algunas lagunas de carácter estepario situadas en
“hondonadas” en contacto con la capa
freática del Acuífero cuando éste mantenía su óptimo nivel.
Daimiel tenía en su término algunas lagunas sin relación
directa con el régimen fluvial, de carácter estepario situadas en
“hondonadas” en contacto con la capa
freática del Acuífero cuando éste mantenía su óptimo nivel. Estas lagunas están
secas por los descensos de los niveles de las aguas freáticas. Las Lagunas
“Navaseca”, “Escoplillo”, “La Albuera” , “La Nava” o “El Charcón de los Ardales” e, incluso,
“Barajas”. En cualquier caso, tenían un
régimen que estaba íntimamente relacionado con el Guadiana próximo. Buena parte
de ellas, por medio de un sistema de zanjas y drenajes, fueron ganadas para el
cultivo.
Las Tablas, su historia.
La primera referencia de las “Tablas de Daimiel” la encontramos
en el “Libro de la Caza” del Infante D. Juan Manuel hacía 1325,
quién las describe como un lugar muy
propio para la caza y donde afirma que
pertenecen a la orden de Calatrava.
De mayor interés es la referencia
que encontramos en las “Relaciones Topográficas”, mandadas hacer por Felipe
II y que constituyen un magnífico censo
de los pueblos de España.
Será a mediados del siglo XIX cuando las Tablas adquieren
cierta fama como magnifico cazadero,
gracias en parte a la divulgación que de
ellas hace un valenciano afincado en Daimiel, D. Francisco Martí de Veses, que impulsó la Sociedad de Cazadores.
Los cazadores daimieleños no tardaron en ganar cumplida fama en círculos cinegéticos matritenses,
asegurándose que ganaban a los mismísimos de la Albufera. El lugar se convirtió
en común para grupos de selectísimos
cazadores, entre los que figuraban
algunos tan renombrados como el General Prim y Alfonso XII.
Julián Settier, enamorado de las
Tablas, sus cosas y sus gentes, dejó escrita una obra que viene a ser un acta notarial de aquellos años cinegéticos cuando había caza para todos
y, más que bien, podián convivir unos con otros. Describía, Settier, la
Dinastía de los Escuderos que han dado varias generaciones de charqueros ,
pescadores de las “charcas”, llenando las páginas de la historia humana de las
tablas, desgranada en un ambiente de pescadores y cazadores, de
sanguijueleros y cangrejeros, de
carriceros y masegueros, de usuarios, en fin del rico acervo de los marjales.
Después de la Guerra se dan una serie de anomalías desde el punto de vista de la Caza en las
Tablas, hasta que en 1959 quedó prohibida la caza de patos y en 1966 se convierte el lugar en Reserva
Nacional de Caza.
Más tarde en torno al 68, se desató una fuerte polémica
acerca de los beneficios y perjuicios que traería consigo la desecación de la
zona mediante el drenaje y canalización del Río Guadiana y sus afluentes. Por
fin,, en 1973, se convirtieron más d 1800 ha. En lo que actualmente es el
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El Paraje de las Tablas está en la
confluencia del Río Cigüela con el Guadiana entres los términos de Daimiel y Villarrubia.
El Agua de ambos ríos es de muy distinta naturaleza, pues mientras, las del
primero son salobres, las del segundo son dulces y más regulares aunque en la actualidad sufren grandes
estiajes en parte por los embalses aguas en sus cuencas altas: Embalse de
Peñarroya, el Pantano de Villahermoso, etc. En Consecuencia, la regulación de
las aguas y la sobrexplotación del Acuífero, han modificado el régimen hídrico
de las Tablas.
En cuanto
a la vegetación destacan praderas sumergidas de “ovas”.
Pequeñas manchas de eneas, típica formación de las lagunas daimieleñas, eran recogidas por los masegueros, cuya cosecha se empleaba para asientos, esteras, hornos de cal y cerámica.
Los masegares, aún siguen siendo los de mayor
extensión en Europa Occidental y otras formaciones las castañuelas, lirios de agua, etc. También
especies halofíticas como el carrizo y pequeñas manchas de eneas, típica
formación de las lagunas daimieleñas ,
eran recogdas por los masegueros,cuya
cosecha se empleaba para asienmtos, esteras, hornos de cal y cerámica.
Mientras que aparecen, además, plantas
halófilas como las suaedas,
salsolas y limonios, algunas de cuyas
especies constituyen endemismos. En la
“Madre del Guadiana” abundaban los nenúfares, aquí llamados cobertores, que
desaparecieron como especies del Parque con las obras de canalización del
cauce. Ligadas también a estos medios
acuáticos se encuentran los juncos, el bayunco, los mimbres con amplia
aplicación en cestos y “garlitos” o trampas, muy afectados también por las
obras de drenaje. En cuanto a las especies alboreas sobresale el taray, que suele bordear las islas y la
rivera formado verdaderos bosques o tarayales, así como sauces, álamos y olmos.
En el Pre-parque septentrional predomina
el monte mediterráneo formado por encinas, coscoja, espinos blancos y negros ,
cornicabras, retamas y algún quejigo esporádico. En las Dehesa de Zacatena
y Casa Blanca las encinas aparecen adehesadas
para su aprovechamiento en ganadería extensiva lo que incrementa la
importancia ecológica de este espacio.
La fauna,
sin duda, es el elemento más extraordinario del Parque Nacional, lugar de tránsito,
reposo, nidificantes o invernada de toda la suerte de aves.
Sobre todo, la
avifauna acuática Estos humedales las aves acuáticas han convertido este
lugar en un verdadero paraíso ornitológico sido lugar de tránsito, reposo,
nidificantes o invernada de toda la suerte de aves.
Al principio del otoño, bandadas de aves migratorias se recortan contra el cielo y muchas de las agujas colinegras, las agachadizas, las grullas y los ánsares
utilizan las Tablas como descanso.
Entre las aves que eligen las lagunas de Daimiel para
invernar están el porrón común, que prefiere aguas profundas
, los rabudos silbones , el pato cuchara. Todos ellos gustan de charcas
abiertas y enlodadas. El cuadro de anátidas invernantes se completa con las
especies sedentarias por antonomasia en
los humedales manchegos: el ánade real y el pato colorado. El primero muy
acomodaticio, abunda por todas partes y el colorado muy versátil y de carácter
muy desconfiado.
Estos humedales las aves acuáticas han convertido este lugar en un verdadero paraíso ornitológico sido lugar de tránsito, reposo, nidificantes o invernada de toda la suerte de aves.
Con la llegada de la
primavera se asiste por un lado a la marcha de las aves de invierno y, por
otro, al regreso de las nidificantes. Las Tablas se convierten en una inmensa incubadora que
permite sacar adelante tanto a las nidadas de las aves estables como a las otras aves acuáticas: las garzas
imperiales, joya ornitológica de estos rincones; las fochas, torpes en vuelo y
muy hábiles en el agua; los somormujos y los zampullines, expertísimos
buceadores; las esbeltas cigüeñuelas, los archibebes, etc.
Todos ellos estrechamente
vigilados por el aguilucho lagunero, muy peligroso para los huevos y los
pollos de focha y para los patos heridos o muertos, clásico depredador de las
aguas anegadizas.
La fauna piscícola
no ha permanecido al margen del capítulo de consecuencias de las
desecaciones. De inmediato se redujeron
visiblemente las poblaciones de las carpas, el barbo, la gambusia, el lucio,
etc. Igual suerte ha corrido la vida anfibia
de las Tablas cuyas especies eran el sapo común y el corredor, la rana
común y la de San Antonio, así como los gallipatos, tritones y salamandras,
diezmadas éstas, por el lucio y el cangrejo americano, verdadero azote de las
aguas encharcad izas. Entre los reptiles cabe destacar los galápagos
leprosos y el europeo tan frecuente en las dietas de los “viejos pescadores”.
Varias culebras como la ciega, la de collar, l viperina, la de escalera y la
bastarda, así como el lagarto lanceolado. La abundancia de la fauna acuática permite
la presencia de algunos mamíferos como
la nutria, la rata de agua, etc. Ya en el terreno del entorno está el jabalí,
gran depredador para nidos y crías, le sigue
el zorro, el turón y la comadreja, entre otros.
La riqueza del Guadiana: la pesca, la caza y aprovechamiento de plantas.
Roturación del terreno para el arroz en la Máquina, junto a las Tablas.
Siega del arroz en la Máquina también.
Tratamiento del arroz en la era de la Castalia en Daimiel.
Algunos recuerdan que en la Guerra Civil, cuando los alistamientos dejaron la comarca vacía de hombres, las mujeres lograron sacar adelante a su prole gracias a los peces, a los cangrejos, a las eneas, etc.
Toda la zona era un inmenso territorio palustre, una gran
extensión encharcdiza que ofrecía
generosos recursos a los lugareños, sus
usuarios. Siempre había algún aprovechamiento, algo que cosechar en las Tablas
manchegas, desde la broza a la pesca,
desde la sanguijuela a la caza. Algunos recuerdan que en la Guerra Civil,
cuando los alistamientos dejaron la comarca vacía de hombres, las mujeres
lograron sacar adelante a su prole
gracias a los peces, a los cangrejos, a las eneas, etc.
Había trabajo, mucho trabajo que hacer en aquellos marjales
tan abundantes, que por más que se cosechase, los recursos parecían
multiplicarse. Había pescadores diurnos y nocturnos, según las preferencias,
los primeros manejaban la cuchara y el trasmallo y en la jornada echaban el día
entero. Los otros salían al crepúsculo, no desdeñaban el trasmallo, pero lo
suyo era pescar al carburo las piezas grandes. A la luz destacaban en el fondo
de las aguas las carpas que al brillo quedaban amagadas y entonces le lanzaba la “rejaca”, tridente
con cinco puntas, no era infrecuente subir al bote piezas de hasta diez
kilogramos. Doce o trece horas duraba la jornada, solían coger tantos peces que
en ocasiones llenaban la barca. La especialidad de la zona era la sopa de
carpa.
Para la pesca del cangrejo empleaban unas “nasas” o
“garlito”, , - de ahí el nombre de “garliteros”
que se daba a los pescadores del cangrejo- construidas en un principio
con juncos y después con mimbre. Los viejos molinos que festoneaban la ribera del Guadiana, eran puntos de partida
de las expediciones de los garliteros. Aunque en su mayor parte en ruinas, son
visibles todavía: Casi en los Ojos, el primero estaba el “Molino Zuacorta, La Máquina, La Parrilla, El Nuevo,
Griñón, Molemocho, Puente Navarro, Flor de Ribera, Malvecinos, etc. Partiendo
de éstos cada, cada cangrejero se dirigía por una trocha para “registrar la
garlitera”. En los márgenes del Guadiana y las Tablas se asentaban las chozas
en donde vivían toda la familia cuyos restos aún se pueden observar,
alguna junto a la presa al pie de las
Tablas. Las paredes de adobes o mampostería y tapial y el techo de carrizo proporcionaba un
revestimiento muy vigoroso para combatir la crudeza invernal.
Humedales del Campo de Calatrava.
En el Campo de Calatrava, junto a Conos y distintas
tipologías de edificios volcánicos, destaca la existencia de amplios cráteres
de explosión, según la ubicación de estas lagunas se pueden diferenciar tres grandes grupos:
“Lagunas de Sierra” constituidas por cubetas o vasos por lo general en lo alto de los cerros lo que constituye un conjunto de
humedales de extraordinario valor, declarados”
Monumentos Naturales” como la “Laguna de
Cervera” en Almagro, La Laguna de la
Posadilla en Valverde, La Laguna de
los Lomillos y Carbonera, etc.
“Las Lagunas de Pie de
Monte”, como
las “Lagunas
de la Nava Chica y la Nava Grande”
en Malagón, La Laguna de Caracuel, la Carrizosa o la Perdiguera.
“Las Lagunas de Llanada”, a esta tipología corresponden “La Laguna del prado” de Pozuelo, “La Laguna Blanca” de Argamasilla, “La Laguna de la Dehesa” de Cabezarados.
Con denominación de “Monumentos Naturales” entre 1998-2001,
se comenzo el uso de la figura de protección para aquellos “elementos
naturales” de notoria singularidad y que
en el Campo de Calatrava hay hasta ocho edificios
volcánicos que alcanzarón la categoría de “Monumento Natural”:
En el Campo
de Calatrava hay hasta ocho edificios
volcánicos que alcanzarón la categoría de “Monumento Natural”.
Laguana y volcán de la
Posadilla con cráter
de explosión en Valverde, Castillejo
volcánico con pitones volcánicos y lava en
la Bienvenida, Laguna volcánica
de Michos con cráter de explosión volcánica en Abenojar, Maar de la Hoya de Cervera con cráter
de explosión volcánica en Almagro, Laguna volcánica de Alberquilla con cráter de explosión volcánica en
Mestanza, Volcán y Laguna de Peñarroya con edificio volcánico estromboliano y laguna
en Corral de Calatrava y Alcolea de Calatrava, Maar de la Hoya de Mortero
con cráter de explosión volcánica en Ciudad Real, Volcán del Cerro de los Santos posee conjunto volcánico con
volcán y lava en Porzuna.
Estos monumentos declarados
en el Campo de Calatrava tienen
reducidas dimensiones y están vinculados
a relieves volcánicos y sus respectivos
paisajes gozan de una geomorfología y de
un cromatismo de su suelo único.
Corresponden a edificios volcánicos en cuyos cráteres de explosión
freatormagmática alberga lagunas o
“pitones volcánicos” en su interior en lo alto de un cerro como es el caso de
la Laguna de la Posadilla en Valverde o la de Cervera en Almagro.
El grupo más importante de estos humedales está representado
por lagunas ubicadas dentro de los
cráteres que explosionaron por la combinación del magma con el agua en
su interior y así en el enorme cráter originado por la explosión su ubica el
“maar” o la “laguna volcánica” habitualmente en lo alto de un cerro=”Laguna de
Sierra”.
Arriba en aquella Ermita,El Cerro de los Santos en Porzuna cuyo conjunto está integrado por un único
volcán que ha emitido coladas de lava en todas las direcciones.
Aunque todos tienen en común su origen volcánico, su
geomorfología difiere : Unas veces destaca el contraste entre el seno de la
laguna apenas 50 centímetros y la
profunda depresión sobre el que se
asienta, en el caso de la “Laguna de Cervera” es el elemento que más destaca,
en otras ocasiones la laguna se encuentra en lo alto de la cuarcita del cerro
“La Alberquilla” y en el caso de la “Hoya de Mortero” es el único maar más grande
y se encuentra muy suavizado por la acción agrícola sobre la Laguna. El Volcán
de Peñarroya representa uno de los
mejores edificio volcánico estromboliano
del Campo de Calatrava por ser el más elevado, 811 metros y no lejos del anterior está el de el Cerro
de los Santos en Porzuna cuyo conjunto
está integrado por un único volcán que ha emitido coladas de lava en todas las
direcciones.
Las lagunas asociadas a la actividad volcánica son numerosas,
mas de 40 en el Campo de calatrava, debido a su escaso calado entre 50 y 60
centímetros de profundidad y a la irregular pluviometría les impide el verano a
la mayor parte de ellas. Sus aguas
suelen ser de naturaleza salina, intermedia y dulce.
Los manantiales, las fuentes agria y los
hervideros forman parte de la
geomorfología calatraveña.
El "Famoso Chorro" de Granátula , flecos de la actividad Volcánica.
Los Baños del Emperador en Peralvillo, Los de la Fuensanta en Pozuelo de Calatrava, Los de Cozar, Santa Cruz de Mudela, Fuencaliente, Piedrabuena, la Casa de los Baños en Puertollano, etc. Fenómenos relaciondos con el vulcanismo del Campo de Calatrava.
Como restos de la actividad volcánica hay que destacar los
numerosos manantiales, hervideros y fuentes agrian. Estos rescoldos volcánicos
se encuentran en más de una treintena de otros tantos lugares calatraveños. En
su mayoría han dado lugar a numerosos balnearios en los siglos XVIII y XIX: Los
Baños del Emperador en Peralvillo, Los de la Fuensanta en Pozuelo de Calatrava,
Los de Cozar, Santa Cruz de Mudela, Fuencaliente, Piedrabuena, la Casa de los
Baños en Puertollano, etc. hoy se encuentran en situación de abandono y sus
aguas sólo se emplean para beber sus habitantes.
Los medios acuáticos fluviales del Campo de
Calatrava.
Al conjunto de las
lagunas y manantiales, hay que añadir
los medios acuáticos de los Ríos
Guadiana y Jabalón que atraviesan la comarca calatraveña:
Embalse del Vicario
El Guadiana
“Vadi-anna” con sus respectivos embalses contribuye a engrosar los humedales de
la comarca. Entra en ésta cerca de Calatrava la ViejaEmbalse de Peñarroya
El Guadiana “Vadi-anna” con poco desnivel y numerosos
encharcamientos y con sus respectivos
embalses contribuye a engrosar los humedales de la comarca. Entra en ésta cerca
de Calatrava la Vieja, aguas debajo de las Tablas” sigue su curso dejando a su
paso numerosa vegetación arruinada por la sequía, las plagas y el abandono
hasta el Pantano del Vicario en las inmediaciones de los baños del Emperador
junto a Peralbillo. Continua por el Cerro Galiana y Sancho Rey donde hubo una Central eléctrica descendiendo hasta el cerro de Alarcos en
cuyas inmediaciones cambia de dirección hacia el Oeste pasando por el punte
medieval de las Merinas y en los
extramuros de Luciana se le une por la derecha el Río Bullaque poniendo rumbo
hacia el monte para formar el Estrecho de las Hoces en Puebla de Don Rodrigo.
Con terrenos llanos y abundante viñas desde el Este llega el Jabalón a la comarca para formar el
Pantano de la Vega del Jabalón junto al
Santuario Oreto-Zuqueca , donde estuvo la ciudad Ibérica de Oretum, después
romana y más tarde sede Arzobispal de los visigodos y, por último, musulmana
hasta que las guerra entre Córdoba y Toledo trajo su desmantelamiento. En las
inmediaciones de Granátula el volcán
Columba obligo con sus lavas a retirarse
haciendo un gran meandro, camino de Ciudad Real pasa a los pies de la laguna de
Sierra de Cervera, declarada Monumento Natural y sigue hasta que se une al Río
Guadiana en las proximidades de Corral
de Calatrava.
La vegetación de los humedales de Campo de Calatrava, un
singular elemento natural.
Las plantas vinculadas a cursos fluviales y lagunas son muy
variables: álamos blancos, olmos o fresnos que han sobrevivido en los márgenes
del Guadiana y el Jabalón.
Las plantas vinculadas a cursos fluviales y lagunas son muy
variables. Las tupidas masas vegetales y los bosques-galerías han dado paso a ejemplares aislados y algún que otro “espesar” de álamos blancos, olmos o fresnos que han
sobrevivido en los márgenes del Guadiana y el Jabalón. En el caso de las
lagunas, dependiendo sin son permanentes o estacionales, presentan carrizos, eneas, juncos y
junquillos y praderas de “ovas” y charas cuando aumenta la salinidad. En las
lagunas cuyas aguas son dulces aparecen vegetales incluidos en elo Catálogo Regional de Especies Amenazadas, caso de la Marsilea
strigosa y varias especies de Isoetes.
En los numerosos humedales de esta comarca se observan
especies alboreas como el taray que ha colonizado la mayoría de estos
espacios en detrimento del chopo, el álamo blanco, y los sauces, afectados,
además, por la pertinaz sequía anterior, enfermedades y abandono... El árbol,
señero y autóctono del Campo de calatrava, era el “olmo negro” que aún
subsisten sus restos y brotes en combate contra la sequía y la “pandemia” de la
grafiosis. Estos “Álamos negros” señalaban los hábitat y libraban del calima a
los trabajadores y gañanes tanto en los “andamios” de las norias como en las
casillas y las quinterías.
Las formaciones vegetales en esta comarca en su mayoría la
componen frondosas quercineas, en especial la encina (quercus ilex),
localizadas en las sierras de mayor personalidad, mientras en los
terrenos más degradados, bien por el hombre o la ganadería abusiva, el bosque
no puede implantarse con el vigor apropiado y se hace presente la maquia,
formaciones vegetales arbustivas como los chaparrales, coscojales,
jarales, enebrales, retamares etc. Y, por último, en los terrenos extremadamente
degradados y pobres ha surgido la garriga romeros, tomillos, rosaledas,
espinares, brezales, etc. Cuando las limitaciones o el grado de perturbación
aumentan sólo los pastizales (plantas herbáceas) cubren el suelo, muchas veces
en combinación con la maquia y garriga señaladas. Un caso emblemático y muy
localizado en esta comarca son las dehesas, sobre todo, de encinas que se
encuentran alternando con cultivos o pastos, aisladas o en breves bosques.
Numerosas anátidas nidifican e invernan en los
humedales calatraveños.
Estos
humedales registran el máximo valor de aves invernantes en los últimos 15 años
en las lagunas volcánicas de Campo de Calatrava en las que se han censado
17.986 aves de 31 especies a lo largo
del mes de enero.
Las lagunas volcánicas de Campo de Calatrava dan hospedaje a
un importante número de aves
invernantes, convirtiéndose así en uno de los grandes refugios para la fauna de la provincia de Ciudad Real.
En los trabajos de campo de equipo de ornitólogos coordinados por el profesor, Rafael
Gonsálvez, han puesto de manifiesto que
estas lagunas registran en el invierno
el segundo valor máximo de aves invernantes en los últimos 15 años.
Gonsálvez, explica que a último del mes de enero de 2013 se han censado 17.986 aves de 31 especie que han sido o0bservadas en 27 27
localizaciones diferente de los “Humedales Calatraveños”, la mayor parte
incluidas en la Red Natura 2000 en 29 municipios del Campo de Calatrava en el
centro de Ciudad Real. El censo para evaluar las poblaciones acuáticas
invernantes en las únicas lagunas de origen volcánico de la Península Ibérica ,
ha dado como resultado la segunda cifra
más elevada de aves invernantes para estas lagunas en el periodo 1998-2013, tras el record registrado en enero de 2012, fecha en la que se
observaron 24.536 aves de 33 especies.
Dos especies
han acaparado algo más del 50% de las aves observadas, la gaviota reidora con 6.684 ejemplares y la focha común, con
2.381 individuos.
Ambas especies se
encuentran en las lagunas volcánicas calatraveñas y en su entorno hay unas condiciones ambientales propicias para
pasar el invierno en ellas, viéndose la gaviota reidora favorecida por la
presencia del vertedero de RSU de
Almagro y los embalses de Vega del
Jabalón, Gasset y el Vicario.
En cuanto a anátidas, las tres especies de patos más
predominantes son el ánade azulón con 2.236 individuos, segundo el pato
cuchara, con 2.161 aves y el ánade
friso, con 569 ejemplares. Los responsables del denso han destacado que están ausentes especies de patos
declarados en peligro de extinción, que
otras veces se han observado en las lagunas calatraveñas de invierno, en
concreto la malvasía cabeciblanca y el porrón pardo.
Entre las aves
limícolas, destaca
claramente por encima de todas las aves frías europeas, con algo más de 700
ejemplares, si bien, por su interés ha sido destacable la observación de
algunos ejemplares de aguja colinegra, otros ejemplares de agachadizas comunes,
unos pocos archibebes claros y algún
ejemplar de archibebe oscuro.
La única rapaz presente en estas
lagunas calatraveñas calatraveñas es el aguilucho lagunero de los que se han
contabilizado una treintena de ejemplares, aunque la elaboración de un censo de
dormideros para esta especie haría ascender significativamente esta cifra en
las lagunas calatraveñas.
Municipios y lagunas más destacados del Campo
de calatrava.
Este
Complejo lagunar del Campo de Calatrava son elementos naturales de máximo
interés para estos humedales en plena “Manxa” (Tierra árida y sin agua). Se han
calificado como “únicas en la península Ibérica
por su génesis volcánica y que en opinión de expertos y técnicos “con
frecuencia el complejo lagunar calatraveño es olvidado por la sombra mediática
de las Tablas y las lagunas Manchegas”.
Las localidades más importantes por
el número de aves y especies registradas
son las lagunas de Moral de Calatrava,
las Lagunas de Cuchara de Villamayor de calatrava, en complejo lagunar de
Caracuel-Cañada de calatrava, La Laguna Blanca de Argamasilla de calatrava y la
Laguna de la Inesperada en Pozuelo de Calatrava.
“Con frecuencia el complejo lagunar calatraveño es olvidado por la sombra mediática de las Tablas y las lagunas Manchegas”.
“El estado de
conservación de las lagunas en general es bueno”, si bien tiene algunas deficiencias
el estado en que se encuentran los
humedades del complejo lagunar de Alcolea de
Calatrava y Piedrabuena, donde las lagunas de Peñarroya, Peña del Bú, la
Camacha y Lucianego son incapaces de mantener durante mucho tiempo el agua
acumulada por las lluvias debido a la existencia de canales de drenaje que han
abierto sus dueños para su conversión en
áreas de cultivos”.
Otras lagunas calatraveñas sufren continuos deterioros como
la Laguna Inesperada de Pozuelo de
calatrava por la construcción de una depuradora hace unos años alterando su hidrología
natural y su hidroquímica.
Otra laguna que se ha visto alterada
por la actividad cinegética, es la laguna
de Cuchara en Villamayor de calatrava, uno de los enclaves húmedos más
importantes del Campo de Calatrava desde el punto de vista de la diversidad de
patos, y que, “incomprensiblemente no se
encuentra protegida legalmente”.
Humedales del Campo de Montiel: Las Lagunas de
Ruidera y afluentes del Alto
Guadiana
El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera constituye uno de
los humedales más amplios y singulares en el Alto Guadiana al NO del Campo de
Montiel, alimentadas por el Acuífero Sistema 24 que alumbra sus aguas en
distintos puntos de la comarca, como el “Borbotón de la Cobatilla”. A lo largo
de 25 Kms. se van sucediendo las 15
lagunas que forman este complejo lagunar de Ruidera, en este trecho se suceden
arroyos, manantiales, fuentes, etc. hasta el “Embalse de Peñarroya” en la
última. Las aguas que fluyen desde la primera La Laguna Conceja al Embalse
superando las barreras tobáceas y salvan un desnivel de un centenar de metros.
El Arroyo
Cañamares y el Río Azuer se forman con diversos derrames del Campo de Montiel,
no lejos del Parque Natural de Ruidera.
El conjunto lagunar y el Embalse de Peñarroya del Campo de
Montiel, se completa con varios cursos de agua que nacen más al Sur de la misma
comarca. El Arroyo Cañamares y el Río
Azuer se forman con diversos derrames del Campo de Montiel, no lejos del
Parque Natural de Ruidera nace el Río
Azuer aunque no llega a tener personalidad hasta después del Embalse de
Villahermoso, camino de Membrilla
formaba el desaparecido Molino de Santa Ana, en la Población de
Manzanares movía dos molinos: la actual Fábrica de Harinas y a la salida de
la población el molino… cuya maquinaria
harinera ya objeto de museo se encuentra
intacta. Ya en el término de Daimiel, en torno al Cordel de Carrerón vadea La ”Motilla del Azuer” que durante más de
Veinte Campañas, alumnos de Granada a Cargo del Arqueólogo Nájera y Molina han
puesto al descubierto el IV Grupo del Bronce Manchego. Después pasa junto al casco urbano de Daimiel
para unirse en el Molino de la Máquina
al Río Guadina, apenas un kilometro de las Tablas.
Más al Sur, en torno a
la localidad de Montiel y sus Castillo, surge el Río Jabalón que forma el Embalse de Jarilla entre
Villanueva de los Infantes y Valdepeñas, después ya en Granátula pasa junto a
la antigua Ciudad Oretum-Zuqueca,
antigua ciudad Romana y, después, sede arzobispal visigoda. Unos centenares de
metros aguas abajo hay un gran puente romano, anegado por las aguas del
“Embalse de la Vega del Jabalón” en las
inmediaciones de la presa el Cono Volcánico Columba obligó
a retirarse al Río formando un meandro.
Más abajo de Aldea del Rey, pasa junto al Monumento Natural de la Laguna
volcánica “Cervera” y los entornos los
Baños y Hervidero… Por último, se une al
Río Guadiana en las inmediaciones de Corral de Calatrava.
El Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera.
Declarado Parque Natural en 1979 con 3.772 ha. En el Alto
Guadiana, Campo de Montiel, al N.O. de la provincia de Ciudad Real linde con
Albacete. Su valor natural constituye el
sistema fluvio-lacustre de represas tobáceas. Es uno de los espacios naturales más
espectaculares de la Región Manchega. Desde cualquier punto del territorio que
se acerque el viajero a este enclave se
encuentra con una extraordinaria y gratificante sorpresa por el cambio brusco del gran contraste
existente al pasar de un “paisaje agrario” monótono de las tierras manchegas a
un insólito “medio natural” cuando se llega a este “Valle del Alto Guadiana” y
el suelo ante nuestra vista se desploma de golpe y nos topamos con uno de los cursos fluviales
más espectaculares de todo el territorio penínsular.
Su extraordinaria singularidad le viene propiciada por su relevancia y fuerte constraste
paisajístico ya que en su geomorfología
está presente una importante masa
de agua en un medio árido y por definición (Manxa=tierra seca sin agua). El
enclave es tan especial por la gran cadena de elementos naturales que confluyen
juntos que han propiciado que este lugar fuera el primer espacio protegido de
Castilla-La mancha en 1933 y, posteriormente, sería reclasificado con la actual
figura de Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.
Desde cualquier punto del territorio que se acerque
el viajero a este enclave se encuentra
con una extraordinaria y gratificante sorpresa
por el cambio brusco del gran contraste existente al pasar de un
“paisaje agrario” monótono de las tierras manchegas a un insólito “medio
natural” cuando se llega a este “Valle del Alto Guadiana.
El “extraordinario enclave” tiene presentes en su geomorfología un Gran Conjunto Natural único con una
perfecta combinación de todos los elementos naturales en cuya génesis destaca este gran
complejo fluvio-lacustre conocido por
las Laguas de Ruidera, lo forman un rosario de 15 lagunas que se extienden a lo largo de 25 kilómetros con un
desnivel de 120 metros entre la primera
más alta y la última a un menor nivel
altitudinal. La singularidad
de este sistema de lagunas escalonadas radica en la aparición de una
serie de represas naturales (barreras tobáceas) debido a procesos de
precipitación de carbonatos originados
por el propio río que ha fabricado la creación de “bañeras” en las que las
aguas quedan parcialmente retenidas
formando lagunas independientes e identificadas con nombre propio: La
Laguna Blanca, La del Concejo, La Tomilla, Tinaja, Redondilla, San Pedro, Lengua, Salvadora,
Santos Morcillo, Batana, Colgada, Del Rey, Cueva Morenilla, Caladilla y
Cenagosa, entre las más destacadas.
La disolución kárstica parte fundamental de su geomorfología.
Después de las célebres
“Bodas de Camacho”, D. Quijote
pidió un guía que le encaminara a la
Cueva de Montesinos porque tenía gran
deseo de ver las maravillas que de ellas
se contaban: acompañado del Estudiante (como guía), quién se presentó como
humanista (justo lo que corresponde a un guía: cierto arte de convencer y conmover con la palabra), así pues, el Quijote orientado con ese “don de
palabra fácil”, el estudiante prometió a D. Quijote llevarle hasta la misma
boca de la cueva y, por supuesto, enseñarle
“Las Lagunas de Ruidera que eran famosas por toda la Mancha y aún en toda España”.
Después de comprar 100 brazas de soga=170 metros para que D.
Quijote pudiera descolgarse, al día siguiente se dirigieron a la Cueva de “Montesinos, en el término de Ossa de
Montiel, provincia de Albacete, muy cerca del camino que va desde dicha villa a
la Ermita de San Pedro de Saelices, contigua a la Laguna también de Sanpedra,
la Cueva dista unos mil pasos de la
citada laguna, se llega al final del camino, todo él bordeando las lagunas , se
alza el Molino de San Pedro con una espesa
arboleda que da cobijo a numerosas aves, poco más allá en las estribaciones del
cerro en medio de un ambiente bucólico, está la legendaria caverna”. El Estudiante, Sancho y D. Quijote llegaron a eso
de las dos de la tarde.
El Humanista y Sancho
ataron fortísimamente a D. Quijote con la soga y lo fajaban Sancho le dijo a su
amo:
“-Mire lo que hace,
señor mío, no se sepulte en vida”.
“-Ata y calla, Sancho
amigo,-respondió D. Quijote- que esta empresa para mí estaba guardada”.
“Una vez atado se incó
de rodillas, hizo una oración en voz baja al cielo y luego dijo en voz alta:”
“-¡Oh sin par Dulcinea,
no me niegues tu amparo ahora que voy a despeñarme y hundirme en el abismo para
que el mundo sepa que no hay imposible
que no acometa”.
“Y diciendo esto, se
puso mano a la espada y comenzó a cortar las zarzas y malezas que llenaban la
boca de la sima, al ruido salieron de golpe
infinidad de cuervos y grajos tan
espesos y con tanta prisa que dieron con
D. Quijote en el suelo”.
“Cuando vio que no
salían más cuervos ni murciélagos se metió, colgado de la cuerda, en la cueva
espantosa”.
“Iba D. Quijote dando
voces que le dieran más soga y ellos se la daban poco a poco, dejaron de
oírse las voces, pero ellos siguieron
dando soga hasta que descolgaron las 100 brazas=170 metros.”
“Luego Sancho y el
Humanista esperaron como media hora y volvieron a recoger la soga con mucha
facilidad sin peso alguno…pero cuando llevaban unas 80 brazas de cuerda,
sintieron pasos de lo que se alegraron
mucho. Finalmente, vieron a D. Quijote y Sancho dijo:”
-“Sea bien vuelto,
señor mío, que ya pensaba que se quedaba
allá abajo para siempre”.
“No respondió y se
quedó, mientras lo desataban, como dormido, éstos trataron de despertarlo de todas las formas y hasta
que volvió en si y dijo:”
-“Dios os perdone,
amigos, que me habéis quitado de la más sabrosa y agradable vida que ningún
humano ha pasado, pues ahora acabo de comprender que todos los placeres de esta
vida pasan como un sueño o se marchitan
como la flor del campo”.
Impresionante la visión en pleno siglo XVI que tuvo
Miguel de Cervantes
de las nuevas
tendencias del turismo activo, se involucra en la actividad para lo cual se provee de un
guía y soga y
desciende hasta el fondo de la cueva con sus propios medios. No sin dejar de
darnos algunas pinceladas sobre los elementos naturales. Por las fuertes horas
del calor durante su visita, en la salida advierte un enorme cambio de
temperatura que junto a la extraordinaria fantasía que ha dejado atrás, al
fondo, necesita D. Quijote unos momentos de normalización.
Impresionante
la visión en pleno siglo XVI que
tuvo Miguel de Cervantes
de
las nuevas tendencias del turismo activo.
Cervantes piensa que su Héroe necesita de ese descanso
después del paseo por el “piso tan
desigual y con tantos riscos y abismos interiores y que cualquier ruido por
leve que sea pone en tensión todo el sistema nervioso y sin distraerse para no
dejar de lado los difíciles equilibrios, pues un resbalón supondría una muerte
entre los afilados peñascos y el
silencioso lago que hay en lo más profundo de la cueva”.
Cervantes tampoco descuida, los elementos naturales de la
flora y la fauna, en su viaje por la Mancha
sintetiza la maravillosa aldea de Ruidera, en donde sitúa el nacimiento
del Río Guadiana el fenómeno de las lagunas de Ruidera como algo único de la naturaleza surgida en
Ciudad Real. Le sobrecogió este paisaje que configura “La Suiza manchega”, pues tal es el encanto
de sus lagos ,cuevas, montes, alamedas y aves de toda suerte desde anátidas a,
incluso, las rapaces nocturnas hasta las esteparias avutardas.
La vegetación como elemento natural también
posee un gran contraste.
La singular geomorfología de este enclave fluvio-lagular cuyo
relieve como si fuera un “gran cañón” se
hunde a nuestros pies cuando estamos en sus inmediaciones observamos un fuerte contraste en su cubierta vegetal cuando pasamos
del paisaje agrícola tan humanizado al “medio natural” de las Lagunas de
Ruidera bastante degradado al no haber
tenido ninguna restricción de uso.
El bosque de encinas ha ido desapareciendo para
dar paso a la “maquia”, matorrales de coscoja”, sabinares y otras especies
propias del encinar bosófilo y los
jarales. A medida que el proceso se ha acentuado más, los matorrales dan paso a
la “garriga” formada a base de retamas, lentisco, espliego, aulaga, romero,
tomillos, etc.
Las Lagunas de Ruidera tienen doble naturaleza en su paisaje:
La vegetación mediterránea de los medios
calizos que, abierta a todos los usos
el bosque de encinas ha ido
desapareciendo para dar paso a la “maquia”, matorrales de coscoja” , sabinares y
otras especies propias del encinar bosófilo
y los jarales. A medida que el proceso se ha acentuado más, los
matorrales dan paso a la “garriga” formada a base de retamas, lentisco,
espliego, aulaga, romero, tomillos, etc. Hasta que sólo quedan los
pastizales con comunidades de plantas
anuales que apenas se ven más allá de la primavera. Por último, en algunas
zonas muy restringidas, encontramos las especies gipsícolas sólo adaptadas a
terrenos abundantes de yesos.
La vegetación vinculada al medio acuático en las Lagunas de
Ruidera corresponde a los carrizales, masegares, juncales, céspedes como los
más representativos, además de los árboles de ribera, hay grandes alamedas por su rápido crecimiento con especies
madereras que se alternan con otras
supervivientes de los humedales como el
cauce, el fresno, los olmos y los álamos blancos y negros. Dentro del agua, hay
que destacar las poblaciones de “utricularis vulgaris” una rara planta
carnívora de vida flotante que aparece, sobre todo, en la Laguna Conceja.
Otro elemento natural de este “enclave húmedo”
es la vida animal.
La riqueza de este
singular enclave se completa con una
intensa vida animal que utiliza este privilegiado humedal como refugio de las áridas tierras esteparias manchegas y Campo de Montiel. Se
dan cita unas, doscientas especie de
aves, la mitad son residentes gran parte del año. Sólo de rapaces se establecen
19 especies ( 8 de ellas son endémicas), se constatan, además, 8 especies de
anfibios ( entre ellos, los tritones y los sapos son muy abundantes), los
“lagartos lanceolados” y la “culebra bastarda”
destacan entre las doce especies de reptiles.
La peculiaridad y el fuerte contraste de este singular
espacio donde el agua, muy abundante, en este humedal se mezcla con la “Manxa”
( árida y por definición, tierra sin agua) por todo ello, la vida animal, sobre
todo, en lo concerniente a las aves es
importantísima: Las anátidas en estos
humedales se complementan con aquellas que viven en el bosque de encinas,
matorrales y tierras esteparias.
Las anátadas buceadoras
están representadas con el porrón
muñudo este ejemplar se puede observar con facilidad en las lagunas, otro
ejemplar asiduo de estos medios es el somormujo lavanco cuya silueta y buceo reiterado hacen fácil su
identificación, también está muy presente el porrón común, el pato colorado, el
roscón, la focha común, etc.
En las paredes escarpadas y sus numerosos huecos destacan las
rapaces como el aguilucho lagunero, el águila perdiguera, el búho real, el halcón
peregrino, etc. Entre los roedores, destacan los erizos, las musarañas y, sobre
todo, en las numerosas cuevas como la de Montesinos, descripta por Cervantes,
hay gran cantidad de murciélagos.
Las especies más llamativas son la comadreja, turones, tejones, zorros y ginetas todos ellos
muy vinculados a este territorio aunque esta riqueza inestimable está cada vez más alterada.
En las
tierras más esteparia, con vocación cerealista, entre Montiel y Alhambra, se
asientan en pleno invierno bandadas de avutardas.
En las tierras más esteparia, con vocación cerealista, entre
Montiel y Alhambra, se asientan en pleno invierno bandadas de avutardas y,
durante todo el año, son frecuentes las
gangas y alcaravanes, los sisones, sobre todo, en verano repasan las
plantaciones de melones tan frecuentes en la zona de la Solana, Membrilla,
Manzanares, etc. constituyendo una plaga para este tipo de plantaciones cuyo
brotes tiernos y flores son manjares
para estas aves.
Elevado deterioro de los elementos naturales en
el Complejo lagunar de Ruidera.
A parte de todos los valores y elementos naturales
destacados, este enclave se caracteriza
también por la existencia de elevado nivel de degradación:
a) Algunos anotados ya, especialmente,
el bosque mediterráneo al no haber tenido ninguna restricción de uso, ha
sufrido de forma escalonada de la
“formación boscosa” a la “maquia o matorral” y más degradado aún a la “garriga”
y hasta llegar en muchas áreas a los
pastizales, sólo perceptibles en primavera.
Elevadísima
presencia de construcciones de recreo,
hasta el punto que no ha podido ser corregido, pesar, de la figura de
protección como Parque Natural.
b) Otra gran alteración la constituyen la elevadísima presencia de construcciones de recreo, hasta el punto que no ha podido ser corregido, pesar, de la figura de protección como Parque Natural. A ello hay que añadir la elevadísima afluencia turística, sin el suficiente control, pone en peligro un medio sumamente frágil en el que ha aparecido el deterioro de barreras y terrazas traventínicas.
c) Hay que añadir también, el excesivo
uso de agua para usos particulares y riego, así como la contaminación con los vertidos
de agua usada.
d) Otro problema que viene de lejos lo
constituye la reducción de márgenes lagunares con la edificación de chalets y
hoteles en sus orillas impidiendo el paso y, a veces, privatizando el agua y
las orillas con la construcción de embarcaderos, playas artificiales, setos,
vallas, etc.
e) Este mismo deterioro se ha acentuada
do con la explanación y ocupación de las laderas, así como con la
repoblación forestal con especies foráneas:
pinos, ciprés, etc.
Nogalera.